Muy pocos ciudadanos portugueses pueden encontrar una vivienda decente y asequible. La mayoría vive en condiciones terribles rodeados de cemento. A pesar de todas las recomendaciones de hacer los centros urbanos más respetuosos con el medio ambiente de los habitantes, Portugal sólo construye esas horrendas construcciones de cemento sin pensar en la calidad y en la calidad de vida. Qué vergüenza, qué vergüenza, qué vergüenza!

K, Algarve

Todos nuestros espacios verdes urbanos están desapareciendo, dando paso a nuevas casas y bloques de apartamentos, nuevas urbanizaciones de alto nivel para compradores e inversores ricos, algunas de ellas vacías durante la mayor parte del año, ocultas tras puertas y muros. Los precios de los inmuebles aumentan cada año, la población local se ve obligada a trasladarse a las afueras y a los pueblos, y el auténtico y vibrante estilo de vida portugués se va con ellos.

Annie, Algarve