El Gobierno ha restringido el uso de varias presas para la producción de electricidad y el riego agrícola debido a la sequía en Portugal continental, con posibles medidas más restrictivas en el futuro.

El ministro de Medio Ambiente y Acción Climática, João Pedro Matos Fernandes, en una rueda de prensa conjunta con el ministro de Agricultura, dijo que, según las previsiones del Instituto Portugués del Mar y la Atmósfera (IPMA), hay un "80 por ciento de probabilidades" de que 2022 sea un año seco.

Para el mes de febrero no hay expectativas de que llueva lo suficiente como para revertir la situación de sequía meteorológica, pero marzo o abril podrían traer algún cambio, aunque no es posible predecir el tiempo con tanta antelación.

La ministra de Agricultura, Maria do Céu Antunes, afirmó que el Gobierno ya se ha puesto en contacto con la Comisión Europea para "reforzar y simplificar los anticipos" de apoyo a los agricultores para afrontar la situación.

Los cultivos de invierno y los pastos se han plantado, pero la falta de lluvia los ha desbaratado, lo que ha obligado a los agricultores a "añadir costes" para mantenerlos viables, dijo.

Servicios mínimos

Por ahora, hay cuatro presas cuya agua sólo se utilizará para producir electricidad durante unas dos horas a la semana, garantizando "valores mínimos para el mantenimiento del sistema": Alto Lindoso y Touvedo, en el distrito de Viana do Castelo, Cabril (Castelo Branco) y Castelo de Bode (Santarém).

El agua de la presa de Bravura, en el Algarve occidental, ya no puede utilizarse para el riego.

Para estos cinco, se adoptó una cuota mínima para garantizar el suministro de agua para consumo humano durante dos años.

Matos Fernandes indicó que hay cuencas hidrográficas con niveles superiores a la media, como la del Duero y la del Guadiana, que podrían utilizarse, como el agua almacenada en las presas de Alqueva, Alto Sabor y Tua, para compensar lo que falta en otras presas con menos agua.

Esta "capacidad de gestión" permite abastecer las necesidades, pero João Pedro Matos Fernandes no descartó que a principios de marzo se tomen más medidas, o más amplias, para restringir el uso del agua.

Todo dependerá de lo que ocurra durante este mes, en el que la evolución de la situación será "monitoreada día a día".

Maria do Céu Antunes afirmó que todavía no hay situaciones en las que el suministro de agua para fines agrícolas esté comprometido, pero que las direcciones regionales de agricultura están preparadas para garantizar que haya transporte y disponibilidad de cisternas con agua para satisfacer las necesidades.

La comisión de seguimiento de la sequía volverá a reunirse a principios de marzo.