Esta es la 13ª edición del Festival Boom que tiene lugar en Idanha-a-Nova, en el distrito de Castelo Branco. Durante dos años se suspendió debido a la pandemia, pero este año vuelve "con cerca de 41.000 personas en esta edición".

Como siempre, la demanda de entradas fue enorme, superando con creces la oferta. Las entradas se agotaron en una hora y media. "El hecho de que la pandemia aplazara la edición del año pasado no redujo el entusiasmo de los boomers", explicó Artur Mendes, parte de la organización.

Desde 2009, este festival tiene lugar en Idanha-a-Nova, más concretamente en la Herdade da Granja, donde se creó la asociación IdanhaCulta, que se dedica al desarrollo social, cultural, recreativo y medioambiental. La organización acabó comprando la finca de 180 hectáreas en 2017.

"Podríamos acoger a más y más gente, pero sería exactamente lo contrario de lo que queremos, es decir, queremos mejorar la experiencia, queremos que haya equilibrio. Podríamos hacer el Boom todos los años, pero sabemos cuándo parar, saber no crecer en exceso es una responsabilidad que asumimos totalmente. Es nuestro compromiso", afirmó.

Multiculturalidad

Artur Mendes subrayó que el Festival Boom es el evento cultural con mayor diversidad de nacionalidades: El 85% del público es extranjero, con un total de 177 nacionalidades, sobre todo de Francia, Alemania e Israel.

"Los holandeses, suizos, suecos y españoles también están presentes en gran número. Tenemos un visitante norcoreano y tres polinesios", dijo.

El programa de este año presenta 21 escenarios oficiales, 544 artistas, 181 animadores, 69 asistentes y 100 terapeutas.

En total, 894 personas componen el programa de 2022. El amplio cartel incluye actuaciones de artistas como Agents of Time, Astrix, Acid Arab, Angélica Salvi, Burnt Friedman con João Pais Filipe, Club Makumba, Fogo Fogo, Kimi Djabaté, Norberto Lobo o Pantha du Prince.

"Muchos nos visitan por el yoga, las prácticas de bienestar, el arte, los talleres, la meditación, pero otros boomers vienen simplemente a disfrutar del momento. Boom también está hecho de pequeños rincones, jardines detallados, arquitectura temporal, proyectos ecológicos y una vibración humana muy específica. La experiencia de Boom consiste en formar parte de Boom, no sólo en mirar", mencionó Artur Mendes.

Sostenibilidad

"Permítanme darles algunos ejemplos de lo que hacemos: construimos una planta de tratamiento de agua con una capacidad de siete millones de litros para tratar las aguas grises de las duchas del festival y reutilizarlas para el riego, para apoyar la regeneración y reforestación de Boomland. Construimos 112 nuevas duchas con plástico reciclado y 94 nuevos aseos, algunos de ellos hechos con plástico reciclado y otros con materiales reciclados de los interiores de los coches", subrayó.

La organización del Boom Festival seguirá limitando los tiempos de baño como forma de ayudar a preservar el agua y dispone de inodoros 100% compostables. Tras su tratamiento y análisis, el compost se devuelve a la tierra para crear suelo en la zona forestal.

"Cuidamos la tierra. Los árboles y la vegetación se cuidan y se respetan. Desde 2015, el programa de reforestación de Boom ha plantado 925 árboles y 120 unidades de arbustos", ha dicho.

En la pasada edición de 2018, gran parte del público llegó al evento en el 'Boom Bus'. Este año este servicio volverá a estar disponible, solo hay que reservar el billete. El servicio 'Boom Bus' tiene varias paradas organizadas en Portugal, pero también en España, Francia o Suiza, y es otra forma de promover la sostenibilidad medioambiental, en este caso a través del uso del transporte público.

Además, el festival también facilitará la vida a quienes hagan su camino en bicicleta a través del 'Boom Bike Village', que acoge a los boomers que se desplacen en bicicleta. En 2018 se contabilizaron más de un centenar de 'Boom Cyclists'.

Artur Mendes explicó que estar en el interior del país es un factor que valora, distingue y define al Boom Festival. Sin embargo, "cuesta más trabajo, más esfuerzo, más seguimiento y mucha más inversión personal y económica" en el interior del país.

Festival Boom

Más que un festival

"Estamos muy contentos con esta elección. No somos un festival de música más, porque somos mucho más que eso. No proponemos sólo conciertos, ni estamos donde la mayoría de la gente está todo el año, es decir, en las grandes ciudades. Por supuesto, todo es más fácil en Lisboa o en Oporto, porque los sistemas están montados, las infraestructuras públicas están garantizadas, incluso un gran concierto con 60 o 70 mil personas es visto con cierta normalidad por las autoridades", subrayó.

Sin embargo, el esfuerzo ha dado sus frutos: "La gente nos conoce, sabe que no estamos de paso. Saben que devolvemos a la región".

Apoyar a la comunidad

Según los datos facilitados por la organización, entre octubre de 2017 y octubre de 2018, el 84% de las personas que trabajaron para Boom eran portugueses y un total del 13,3% (214) del personal empleado era de la región de Castelo Branco.

En la edición de 2018 del festival, del total de 203 proveedores de construcción (equipos, herramientas y materiales), 183 eran nacionales (90%) y 63 de la región (31%). En cuanto a los proveedores de restaurantes y bares (la organización facilita a todos los restaurantes una lista de proveedores nacionales y regionales), el 73% eran nacionales.

"No estamos aquí para importar talento, utilizamos y fomentamos el de la región. No estamos aquí para importar alimentos y otras materias primas, siempre intentamos utilizar primero las de la región. No estamos aquí para utilizar los recursos públicos de la región, depuramos el agua, moderamos el consumo de energía, reducimos la huella en la medida de lo posible. Esto debe ser lo que significa vivir y estar en el interior: un compromiso con la región. El Boom dura una semana, pero nuestra relación con Idanha dura y se extiende todo el año", subrayó.