"La región, en los próximos seis, siete años, debe tener dos o tres grandes proyectos que den esta percepción de mayor resiliencia y de que estamos más preparados, en términos de seguridad, para los dos principales riesgos" de catástrofe en el Algarve, dijo António Miguel Pina, refiriéndose a los tsunamis y a los incendios forestales.

Destacando que existe "un modelo matemático" que anticipa escenarios en caso de tsunami, António Miguel Pina sostuvo que "es necesario actualizarlo" y que "es necesario invertir en un verdadero sistema de alerta de tsunamis".

"La región, en los próximos seis, siete años, quiere estar preparada. Porque esto es importante para los que viven aquí, sean nativos o decidan vivir aquí, pero también para los que nos visitan", al tiempo que destacó la necesidad de "aumentar la sensación de seguridad" en una región eminentemente turística.

El segundo gran riesgo para el Algarve son los incendios forestales que asolan "sistemáticamente" la región, continuó el líder de AMAL, que engloba a los 16 municipios del distrito de Faro.

António Miguel Pina defendió que la videovigilancia es una "inversión determinante para percibir los incendios lo antes posible y llegar a ellos cuanto antes, en la fase en que son muy fáciles de extinguir".