En una declaración conjunta, las distintas organizaciones, a las que se ha unido el sindicato de trabajadores de hostelería, turismo, restauración e industrias similares del Norte, señalan que "ninguna renovación/extracción de aire, ventilación o compartimentación/separación de espacios es eficaz para eliminar el humo del tabaco y/o garantizar la calidad del aire interior".

"La ciencia es clara al afirmar que los sistemas de ventilación, las salas de fumadores y las zonas/separaciones para fumadores no protegen contra los riesgos para la salud causados por el humo de segunda mano. La única forma conocida de reducir los riesgos asociados al humo de segunda mano es con ambientes 100% libres de humo", insiste el grupo de organizaciones, que integra a las sociedades portuguesas de odontología y medicina del trabajo.

Firmada también por asociaciones de pacientes como Respira y la Ordem dos Farmacêuticos, así como por organizaciones brasileñas y españolas, la declaración pide a los propietarios y gestores de estos espacios que sean "totalmente libres de humo de tabaco y aerosoles de dispositivos electrónicos".

"Esta exposición es perjudicial desde el punto de vista de la promoción y protección de la salud, no sólo por el humo potencialmente presente, sino también porque normaliza y promueve el consumo de tabaco y de dispositivos electrónicos de nicotina", afirman las organizaciones.

En la nota divulgada hoy, la Sociedad Portuguesa de Neumología también hace un llamamiento a la población portuguesa para que no frecuente espacios que puedan proporcionar la presencia de humo de tabaco o aerosoles de cigarrillos electrónicos y para que "ejerzan su derecho y deber de ciudadanía, manifestando su disgusto por convivir con tales situaciones en espacios que desearían frecuentar como libres de humo".

También piden que se denuncien los casos de vulneración de la ley de protección frente al humo de tabaco.


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