Imagínese una parcela de terreno agrícola a las afueras de Porches, rodeada de cítricos y olivos. En una esquina, un pequeño cobertizo de ladrillo y mortero, que antiguamente albergaba aperos de labranza, se une hoy a un grupo de casitas de madera de jardín de distinta marca y antigüedad. En su interior, cada uno de estos edificios podría ser el escondite de algún individuo estrafalario o artista excéntrico, amueblado con sillones y sofás, mesitas, armarios y estanterías. El suelo está cubierto de alfombras y mantas, las paredes están decoradas con cuadros. Y hay cojines, muchos cojines.

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Sin embargo, no nos recibe una personalidad fuera de lo común con un gusto ligeramente ecléctico. Los residentes son gatos que miran al inesperado visitante con relajada curiosidad. Esbeltos tigres de rayas grises y dignos atigrados naranjas, mestizos vulgares y exóticos dignatarios, todos ellos en evidente armonía. Tal vez sientan que comparten una vida difícil, la pérdida de compañeros humanos, enfermedades graves u otras circunstancias que van de lo desafortunado a lo dramático. Sin duda, las cosas han mejorado mucho para ellos. Pero no saben que en el horizonte se ciernen negros nubarrones.

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Irene Nunes es una mujer con un gran corazón y una mirada a la vez dulce y decidida. En su otra vida, Irene es profesora de guardería. Pero a primera hora de la mañana y por las tardes, se la encuentra aquí, en el jardín que bautizó en honor de su primer gato parapléjico. Siete días a la semana, 365 días al año. Con la ayuda de otros amantes de los animales, su iniciativa personal se ha convertido en una organización benéfica registrada que colabora con el ayuntamiento.

Más allá del jardín, unos 60 comederos repartidos por la zona de Lagoa son una parte vital de la iniciativa. Aquí es donde los gatos callejeros pueden encontrar una comida regular si así lo desean, donde los voluntarios se ocupan de que se atiendan las necesidades médicas urgentes y una esterilización adecuada mantiene a la población dentro de unos límites razonables.

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La financiación municipal cubre la mayor parte de las facturas veterinarias y médicas, pero otras compras necesarias dependen del generoso apoyo de una comunidad de donantes que crece lenta pero constantemente. Sólo para alimentar a los 200 gatos, una docena de perros y tres cabras que actualmente residen aquí se necesitan hasta 1.000 euros al mes. Los ingresos de la pequeña tienda de la iniciativa en Parchal ayudan a pagar las facturas, mientras que la generosidad de los amigos contribuye a convertir este refugio en un hogar para animales necesitados. ¿Gastos administrativos? Cero.

En circunstancias normales, el cuidado de los animales no es tanto una cuestión de dinero. El cuidado depende sobre todo de la dedicación de un pequeño grupo de socios y voluntarios. "Ayudar a animales necesitados es una labor de amor", dice Irene. "En última instancia, estamos apoyando a nuestros compañeros. Los perros y gatos no eligen vagar por las calles en busca de comida y refugio. Es intensamente gratificante cuando conseguimos reintegrar a un animal perdido en su vida normal."

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Pero no son circunstancias normales para el Jardim da Aryel. Hasta ahora, la iniciativa ha podido utilizar el terreno sin coste alguno, una generosidad muy apreciada. Pero los propietarios van a mudarse, vendiendo la propiedad a finales de año. Aunque el precio que se pide es muy generoso, reunir 75.000 euros requiere nada menos que un pequeño milagro de esta pequeña operación benéfica.

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Irene y los voluntarios de Jardim da Aryel no se desaniman fácilmente, sino que ven la necesidad de cambio como una oportunidad. Dice Irene: "Tenemos la oportunidad de comprar este terreno para seguir garantizando un futuro a los animales, como voluntarios, como visitantes y como comunidad de amigos que llevamos este jardín y su finalidad en el corazón". Confía en que los milagros ocurren, en que los grandes retos pueden superarse paso a paso".

Todos los que puedan ayudar pueden hacerlo directamente a través de los datos bancarios de la iniciativa:

Assoçiaçao de Protecção Animal de Lagoa

Caixa Geral de Deposito

IBAN: PT50 0045 7060 4031 9808 33028

Además, el equipo ha creado una página de GoFundMe https://www.gofundme.com/f/fadsyy-urgent-high-risk-of-permanent-closure... en la que algunas personas muy generosas también podrían hacer realidad un milagro, pero incluso la donación más humilde es muy bienvenida. Y por último, la página de Facebook de la iniciativa https://www.facebook.com/profile.php?id=100064825599687 ofrece un flujo constante de información y nuevas oportunidades de contribuir. Para devolver algo. Y, en última instancia, compartir un éxito por el que merece la pena luchar.