Según Sapo News, si antes el impuesto se fijaba en función del precio del tabaco, pagando más impuestos el más caro, la nueva normativa determina que la carga fiscal dependa de la cantidad de nicotina de cada producto.

Por otro lado, el Gobierno también quiere "castigar" a los productos más baratos (como los cigarritos o el tabaco de liar) y que, por tanto, atraen a los más jóvenes.

Según el documento, la extensión de la fiscalidad a los cigarrillos electrónicos sin nicotina se debe también al "crecimiento exponencial del consumo de estos productos en Portugal", lo que constituye, "por un lado, una puerta de entrada para que nuevos consumidores adopten el hábito de fumar y, por otro, un riesgo para la salud pública por la falta de control sobre estos productos".

En 2024, con la aplicación de los nuevos tipos impositivos, el precio de un paquete de cigarrillos podría subir entre 30 y 40 céntimos, según el Observador, si el peso de la mayor carga fiscal se traslada al consumidor.

En el caso de los cigarritos, que actualmente tienen impuestos más bajos porque son más baratos (precios en torno a 2,50/3 euros), con el cambio los precios, del mismo modo podrían duplicarse.

En el caso de los cigarrillos electrónicos con líquidos aromatizados, el impuesto es ahora del 12,5% y, si los líquidos contienen nicotina, el tipo impositivo aumenta hasta el 25%.

En el caso de los cigarrillos "vaping", vapor producido por líquido calentado por una batería, el tipo impositivo es ahora del 50%. En el caso del tabaco de liar, una solución para muchos cuando suben los precios del tabaco, el impuesto será el 75% del que grava un cigarrillo normal.