António Costa anunció recientemente el fin del régimen de Residentes No Habituales (RNH) en Portugal, una decisión que dejó al mercado conmocionado, según un informe de idealista. Además de suscitar inquietud en Portugal, la noticia cruzó la frontera y llegó rápidamente a España, que se dispone a crear un nuevo régimen de desgravación fiscal para los antiguos residentes.

"España aprovechó inmediatamente este episodio para dar a conocer su programa, similar al portugués, porque reconoce que ha perdido un competidor muy competitivo", advierte Jorge Bota, presidente de la Asociación de Empresas de Consultoría y Valoración Inmobiliaria (ACAI), en declaraciones a idealista/noticias.

"Portugal está perdiendo claramente un factor de atracción de personal, especialmente en un momento en el que la economía lo necesita, ya sea por la baja tasa de desempleo, por la incapacidad de retener a nuestros talentos o por el valor añadido de los sectores en los que operan económicamente", añade.

Según el socio director de la consultora B. Prime, el fin del RNH en Portugal "tendrá ciertamente impacto" en el sector inmobiliario nacional, "ya que se trata de un nicho de mercado activo principalmente en promociones residenciales de gama alta".

Sin embargo, afirma el experto, no será una medida como ésta "la que resuelva el problema de la vivienda para los portugueses". "Estamos hablando de un número reducido de personas al año", explica.

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