"En enero, ¡conecta con la vida!", con el objetivo de concienciar sobre la enfermedad hepática alcohólica, consecuencia del elevado consumo de alcohol.

Este reto pretende animar a todo el mundo a adoptar un estilo de vida más saludable, durante todo el año. El consumo de bebidas alcohólicas por parte de los jóvenes, especialmente en relación con la vida social y nocturna, es muy preocupante.

El hígado es uno de los órganos más dañados por el consumo de alcohol, siendo una de sus consecuencias la esteatosis hepática, más conocida como hígado graso, hepatitis alcohólica y cirrosis hepática; pero también existen consecuencias indirectas como las derivadas de accidentes de tráfico, por ejemplo. Estas situaciones, cuando no se tratan o previenen, perjudican gravemente la salud y pueden incluso provocar la muerte. La iniciativa "Enero Seco" se desarrolla simultáneamente en varios países desde 2013, y en Portugal es la tercera vez que se promueve el desafío.

Según las últimas estimaciones disponibles del Sistema Mundial de Información sobre Alcohol y Salud de la OMS para Portugal, se constató que, en 2019, el consumo de alcohol fue mayor entre los hombres, con 19,5 litros de alcohol puro per cápita al año, que entre las mujeres, que consumieron 5,6 litros.

La dependencia del alcohol en Portugal ha aumentado casi un 50% en la última década, pero la demanda de ayuda se ha mantenido estable, lo que requiere una mayor intervención para detectar a estos pacientes y tratarlos.

Aunque la mayoría de los pacientes con dependencia del alcohol siguen siendo hombres, se observa un aumento del consumo de alcohol entre las mujeres y los jóvenes. Entre los jóvenes, no sólo ha aumentado el consumo en cantidad, sino también a edades más tempranas.

El alcoholismo es una enfermedad compleja, cuyo origen es multifactorial. Las presentaciones clínicas difieren mucho porque hay alcoholismo primario y secundario, pacientes que beben todos los días, otros sólo ocasionalmente, pero que tienen un consumo patológico y son incapaces de dejarlo. No tienen control sobre el consumo. A veces es muy difícil obtener un diagnóstico porque las personas no siempre se quejan de este problema. Menos del 10% de los pacientes con dependencia del alcohol buscan tratamiento, es decir, el 90% no busca ayuda. Se trata de una enfermedad compleja desde el punto de vista etiológico y diagnóstico, por lo que no siempre se recomienda el cribado.

En el 80% de los casos, los alcohólicos son varones y el 20% mujeres. En el caso de las mujeres, el estigma de esta enfermedad es mayor, porque el consumo de alcohol se ve como algo más normativo entre los hombres. Suelen beber a escondidas, niegan este problema y el síntoma más común es la depresión. Los médicos deben estar alerta y realizar cribados, ya que los síntomas y los tipos de consumo son muy variados. En el caso de los hombres, suele haber una predisposición genética y ambiental; en las mujeres, la afección más común es la depresión.

Para más información, póngase en contacto con el Grupo HPA Saude en el (+351) 282 420 400.