"Se descubrió un cráneo de cocodrilo y una de las características es el hecho de que está muy bien conservado y su estado de conservación es muy raro para el Jurásico Tardío, lo que nos permitió identificar no sólo que eran fósiles de cocodrilomorfos [antepasado de los cocodrilos actuales], sino también una nueva especie", dijo a la agencia Lusa el paleontólogo y director científico del Dino Parque da Lourinhã, Simão Mateus.

El excelente estado de conservación propició las condiciones para que los investigadores estudiaran el fósil, concluyendo que se trata de una nueva especie y un nuevo género de crocodilomorfo del Jurásico Tardío, de 150 millones de años de antigüedad.

"Puede que no sea el más antiguo, pero es el que reunía las mejores condiciones de estudio para ser tan antiguo", explicó el investigador, añadiendo que "se trata del cráneo mejor conservado que tiene 150 millones de años".

El paleontólogo añadió que el cráneo presenta "algunas similitudes y diferencias" con la fauna americana del Jurásico Superior, lo que revela la apertura del Atlántico Norte y la separación entre los continentes americano y europeo que comenzó a producirse.

"Este fósil confirma la importancia mundial del Jurásico Superior en Portugal, concretamente Lourinhã", afirmó Simão Mateus, destacando que "en seis años es la tercera especie nueva para la ciencia".

El cráneo del crocodilomorfo, un animal que podía alcanzar los tres metros de longitud, fue encontrado en diciembre de 2021 por el paleontólogo aficionado alemán Holger Lüdtk en una roca de la playa de Paimogo, en el municipio de Lourinhã y distrito de Lisboa.

El hallazgo fue estudiado por un equipo internacional de paleontólogos vinculados al Dino Parque Lourinhã, al Museo de Lourinhã, a la Universidade Nova de Lisboa y a la Universidad de Zaragoza, del que forman parte Víctor López-Rojas, Simão Mateus, João Marinheiro, Octávio Mateus y Eduardo Puértolas-Pascual, y sirvió como tesis de máster en ilustración científica de Camilo Pineda, de la Universidad de Aveiro.

En el artículo científico publicado ahora en la revista Palaeontologia Electronica, los investigadores lo bautizaron como "Mr Holger".