Según el diario Expresso, tener un piso grande ya no es una exigencia para muchas familias que buscan viviendas más pequeñas, se preocupan por los costes de mantenimiento y ven en compartir casa una forma de ahorrar dinero.

En Barcelos, la constructora FM Magalhães transformó la conocida Casa Azul, un inmueble en el centro de la ciudad, en un edificio residencial, con dos apartamentos, T4 y T3, a los que añadió un local comercial, todo ello equipado con garaje y patio trasero.

Según idealista, citando al diario Expresso, afirma que empresas como la constructora Duality vienen convirtiendo varios inmuebles antiguos o degradados, en el centro de las ciudades, en edificios habitables. Este es uno de los muchos ejemplos que responden a "la capacidad de reimaginar y adaptar espacios para nuevas funciones, y el impacto que pueden tener en la respuesta a la falta de vivienda", argumenta Vítor Ribeiro, de la constructora Duality, que viene actuando en este mercado.

La creación de un segundo apartamento exige el cambio de fracciones y "la burocracia no siempre es fácil de superar", advierte João de Sousa Rodolfo, arquitecto de Traçado Regulador.

En Viseu, este tipo de obras han sido realizadas por el ayuntamiento, que ya ha comprado varios edificios antiguos, que pronto estarán en el mercado de alquiler. De momento, Viseu ya ha recuperado 18 casas en el centro de la ciudad, que se han convertido en 34 apartamentos.

Más al norte del país, en Viana do Castelo, idealista revela que la constructora Reabilitar Viana tiene un proyecto de cerca de 100 apartamentos que se construirán en edificios antiguos de la ciudad.

La ley detrás de la acción

Según Expresso, el Régimen General de Edificación Urbana exige que estos cambios pasen por un nuevo proceso de propiedad horizontal, que permite que las casas grandes, con una superficie de 200 metros cuadrados y a veces más, se dupliquen en dos o más viviendas. La ley permite dividir una propiedad en dos o más pisos, separados en el registro de la propiedad, es decir, en unidades autónomas. Sin embargo, se trata de un proceso lento, y "hay que tener en cuenta la infraestructura, la planta existente y no es sencillo de ejecutar", dice Sousa Rodolfo.

La alternativa es "mantener el edificio y rediseñar el espacio, adaptándolo a los nuevos requisitos de confort térmico, energético y de riesgo sísmico", dice el arquitecto. Para ello "es necesario un nuevo proyecto", afirma Sousa Rodolfo.

Esto es lo que está ocurriendo en Viana do Castelo, donde la constructora Reabilitar Viana está transformando varios inmuebles degradados del centro histórico de la ciudad. La empresa dirigida por Fábio Costa empezó con un apartamento y actualmente tiene, en fase de proyecto o listos para entrar a vivir, 100 apartamentos situados en edificios antiguos.

Son obras, explica João de Sousa Rodolfo, que suponen "la reformulación del interior, en viviendas muy compartimentadas, con espacios insalubres y sin dimensiones mínimas y que permiten la reducción de tipologías, a T1 y T2". "Esta tendencia permite superar la falta de espacio urbano edificable, añadir oferta al mercado y aumentar las fracciones por vivienda", afirma el arquitecto.

Edificios antiguos

Sousa Rodolfo pone el ejemplo de la Rua do Salitre, en Lisboa, a Expresso, donde un "antiguo edificio fue transformado en tres apartamentos T0 y T1". Apartamentos con "un coste de venta de unos 500 mil euros, que permiten otra rentabilidad", añade el arquitecto. Este gestor también tiene entre manos la transformación de un conjunto de cuatro edificios contiguos en Campo de Ourique, también en Lisboa, con cerca de 1420 m2 de área bruta de construcción, que darán lugar a 31 apartamentos de varios tipos.

La obra requiere mantener elementos patrimoniales relevantes y crear un nuevo proyecto que vaya más allá de las limitaciones de la simple transformación.

"Con la ventaja para el promotor de obtener un mayor valor por m2", revela el arquitecto. Los futuros residentes, son "viviendas más confortables, energéticamente eficientes, espaciosas y adecuadas para la vida contemporánea", añade Sousa Rodolfo.