La economía portuguesa tendría que crecer, de media, entre un 3,1% y un 3,8% para entrar en la mitad superior de los países más ricos de la Unión Europea, concluye un estudio de la Facultad de Economía de la Universidad de Oporto. Alcanzar ese ritmo exige reformas estructurales que impulsen el PIB, sostienen los autores. Sin un cambio de políticas, Portugal se hundirá aún más en la tabla, cayendo a la 25ª posición, según un informe de la OCE.

El estudio del Gabinete de Estudios Económicos, Empresariales y de Políticas Públicas (G3E2P), de la Facultad de Economía de la Universidad de Oporto (FEP), defiende que se adopte la media simple de crecimiento de los países de la Unión Europea (UE) - o, si es superior, la mediana - "como nueva referencia estratégica de base a superar, constituyendo una reforma estructural primordial".

El uso de la media simple se justifica por el hecho de que el crecimiento del bloque de los 27, en su conjunto, refleja en gran medida el elevado peso de las tres mayores economías (Alemania, Francia e Italia), "que desde hace tiempo son de las menos dinámicas". Esto reduce el crecimiento de la UE y aún más el de la zona euro, esta última utilizada a menudo como referencia por el Banco de Portugal.

Mayor nivel de vida

"Alcanzar un mayor nivel de vida y de población lo antes posible requiere ambición y políticas coherentes en términos de crecimiento económico, lo que implica, de entrada, elegir una referencia con una dinámica de crecimiento ambiciosa y adecuada con la que compararnos", defienden los economistas Nuno Torres y Óscar Afonso, autores del estudio que forma parte del segundo capítulo de la publicación Economía y empresas: tendencias, perspectivas y propuestas. Este último es director del FEP y participó en la elaboración del programa económico del PSD.

Adoptando esta referencia, Portugal podría, a largo plazo, alcanzar no sólo la media simple del bloque, sino también entrar en la mitad de los países con mayor nivel de vida en 2033, en 13ª posición. Actualmente ocupa el puesto 20.

Llegar ahí requiere una tasa de crecimiento económico anual de entre 1,4 y 1,5 puntos porcentuales por encima de la media simple de los países de la UE durante la próxima década, utilizando las proyecciones de evolución del PIB potencial del Informe sobre el Envejecimiento 2024 de la Comisión Europea. En otras palabras, la economía tendría que crecer un 3,1% al año.