Los datos publicados por la Oficina Federal de Estadística ofrecen un panorama desigual para el consumo en Alemania, mientras los economistas esperan que el aumento de los salarios y la mejora de las perspectivas impulsen el gasto.


La tasa de inflación del país, armonizada para compararla con la de otras economías de la eurozona, ha aumentado en los dos últimos meses tras moderarse desde los máximos de dos dígitos de finales de 2022, situándose en el 2,8% en mayo.