"Introducir medicación en estos casos puede ser bastante perjudicial, sobre todo el uso de gotas de cortisona sin supervisión médica, que tiene un riesgo muy alto. La automedicación en la conjuntivitis alérgica, como en otros tipos de enfermedades oculares, está totalmente desaconsejada", afirmó el secretario general de la SPO, Vítor Maduro.
En declaraciones a Lusa, el oftalmólogo y especialista en enfermedades y trasplantes de córnea y superficie ocular de la Unidad Local de Salud de São José, en Lisboa, alertó del posible aumento de enfermedades oculares dado que, este año, las lluvias han retrasado la primavera.
"La lluvia está parando, lo que significa que hay algo emergiendo en las plantas. Cuando la primavera esté en su apogeo, es posible que empecemos a ver niveles mucho más altos de polen en el aire, con quejas más frecuentes", advirtió.
Los síntomas de las enfermedades oculares incluyen picor de ojos, ojos rojos, lagrimeo frecuente, sensación de cuerpo extraño en los ojos, mayor sensibilidad a la luz, hinchazón de los párpados y sensación de arena.
Una de las enfermedades oculares más comunes en primavera es la conjuntivitis alérgica, una inflamación de la conjuntiva, que es la membrana que protege la parte blanca de los ojos, el interior de los párpados.
"Esto no ocurre de la noche a la mañana. Siempre hay antecedentes, una enfermedad alérgica en la infancia, en la adolescencia, o episodios anteriores. En primer lugar, hay que ser consciente de que estas molestias son esperables. Una vez que se sabe esto, hay que evitar el contacto con los alérgenos conocidos", explicó.
Destacando la importancia de que los pacientes mantengan un estrecho contacto con su oftalmólogo, Vítor Maduro recordó que los médicos de familia también tienen un papel en la concienciación sobre este tema.
"Pero, por encima de todo, es el paciente quien debe tomar precauciones", subrayó.
El SPO recomienda a quienes vivan en zonas con altos y elevados niveles de polinización que mantengan las ventanas cerradas y utilicen compresas de agua fría o lágrimas artificiales para aliviar los síntomas.
Otras medidas, "a menudo pasadas por alto pero con un impacto significativo en la calidad de vida", son evitar frotarse los ojos, usar gafas de sol al aire libre para reducir el contacto con los alérgenos y lavarse los ojos con suero fisiológico para aliviar los síntomas.
"Y si todas estas medidas no funcionan, consultar a un oftalmólogo para que introduzca una medicación que resuelva la situación", añadió el secretario general.
La concentración de polen en el aire tiende a aumentar entre abril y junio.