"Hemos recibido la evaluación de la Conferencia Europea de Aviación Civil y, basándonos en ella, hemos dado el visto bueno europeo a esta primera configuración de escáneres aeroportuarios que permite a los pasajeros llevar a bordo estos contenedores de líquidos de mayor tamaño", declaró Anna-Kaisa Itkonen, portavoz de la Comisión Europea de Transportes.

En su intervención en la rueda de prensa diaria de la institución en Bruselas, la funcionaria confirmó que "ya se ha concedido" el visto bueno de la Comisión Europea para que estos equipos operen en la Unión Europea (UE).

"Las medidas prácticas no son responsabilidad de los aeropuertos. Actualmente, esta tecnología aprobada afecta a 700 escáneres situados en 21 Estados miembros", declaró el portavoz, sin precisar.

Sin embargo, Anna-Kaisa Itkonen advirtió: "Esto no significa que todos los pasajeros de la Unión Europea puedan llevar ahora contenedores de líquidos más grandes. La responsabilidad de informar a los pasajeros sigue siendo de cada aeropuerto, y deben informar plenamente a los pasajeros tanto si utilizan esta tecnología punta como si no".

La luz verde llega después de que el Ejecutivo comunitario prohibiera anteriormente esta tecnología, alegando que los equipos presentaban problemas técnicos, pero ahora la ha autorizado tras recomendarla la Conferencia Europea de Aviación Civil.

El objetivo de estos escáneres es agilizar los controles de seguridad, pues los pasajeros ya no tendrán que sacar los ordenadores portátiles y los líquidos de su equipaje de mano.

Estos límites empezaron a aplicarse tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos y después de varios ataques fallidos en vuelos transatlánticos en 2006.

En 2006, la Comisión Europea adoptó normas adicionales de seguridad aérea, restringiendo el transporte de líquidos, aerosoles y geles por parte de los pasajeros.