Si esto le resulta familiar, y si tiene la sensación de que a menudo tiene poco que mostrar por el dinero que ha gastado, la tendencia de "no gastar" podría ser para usted.

Este concepto existe desde principios de 2010, pero ahora está presente en todas las redes sociales: echa un vistazo a #nospendchallenge o #nospendmonth. "Básicamente se trata de un periodo de tiempo en el que te comprometes a no gastar dinero en cosas que no son esenciales", explica Matthew Sheeran, socio colaborador de Money Wellness y asesor especializado en deudas. Puede ser un día a la semana, sólo los fines de semana o un mes entero. "Puedes seguir haciendo la compra y pagando las facturas", dice Sheeran, pero todos esos pequeños lujos, como comida para llevar, cafés o ropa nueva, están prohibidos.

Incentivos económicos

Es una oportunidad para reajustarse, presupuestar mejor y "darse cuenta realmente de lo que se necesita y lo que no", dice Sheeran. "Mucha gente se toma un café todos los días porque es lo que hace, forma parte de su rutina. Pronto se darán cuenta de que no es algo que tengas que hacer".

El ahorro que supone eliminar esas compras innecesarias y preparar el café en casa puede ayudarte a alcanzar un objetivo financiero concreto, como comprar una casa. "Puede que te resulte más fácil ahorrar 200 o 500 euros al mes para empezar a ahorrar para las compras más importantes de la vida", señala Sheeran. "Puedes elegir en qué quieres gastar ese dinero en lugar de malgastarlo de forma natural a lo largo del mes en cosas no esenciales".

El bien común

Aunque ahorrar dinero puede ser la razón por la que se empieza a "no gastar", no es ni mucho menos el único beneficio. "Realmente puede reducir el estrés y proporcionar esa sensación de control sobre el dinero, que da poder a las personas y las hace sentirse mejor", dice Sheeran.

Es fácil consumir sin pensar, pero si decides no gastar en determinados artículos ni en determinadas empresas, o remendar artículos en lugar de comprarlos nuevos, puedes adoptar una postura ética, medioambiental o social. Cosas como prescindir de la chocolatina de las cuatro de la tarde en el quiosco o ir andando al trabajo en lugar de coger el autobús pueden repercutir tanto en la salud como en el bolsillo.

"Si quieres reducir tus emisiones de carbono, perder peso o mejorar tu estilo de vida, no tiene por qué ser sólo cuestión de dinero", afirma Sheeran. "Si piensas: 'En realidad, no tengo problemas', o 'puedo ahorrar algo de dinero', no significa que esto no sea para ti. Piensa en lo que te importa y puede que siga mereciendo la pena".

Para empezar

Sheeran recomienda hacer un presupuesto antes de empezar a "no gastar" para que puedas "sentarte y destacar las cosas en las que estás gastando dinero que no son esenciales". A continuación, determina cuándo vas a tener días "sin gasto" y "comprométete plenamente".

"Incluso puedes pensar en hacerlo con un amigo o un familiar. Siempre es más fácil seguir la tendencia y mantener ese compromiso si no lo haces solo", recomienda Sheeran. "Sigue hablando con ellos y viendo qué funciona y qué no". Eso puede incluir preguntarse siempre: "¿Necesito esto?" antes de hacer clic en "comprar" o dejar cosas en la cesta de la compra online durante varios días antes de decidir si es un imprescindible.

Al final del periodo "sin gastos", "mira el dinero que has ahorrado y decide a qué cosas quieres renunciar para siempre, o qué cosas sientes que realmente te has perdido", añade Sheeran. "No se trata de dejar de gastar dinero por completo durante el resto de tu vida. Se trata de identificar las cosas que te importan y las que no". Luego es cuestión de intentar ceñirse a gastar sólo en las cosas que importan a largo plazo.

Controlar los ahorros

Para mantener la motivación, utiliza la app bancaria pots para hacer un seguimiento de determinados gastos, por ejemplo, comida y bebida, aficiones, ocio, compras, etc. "O, si sueles comprar dos cafés al día, y suelen ser 10 euros, pon esos 10 euros en tu bote de ahorro", dice Sheeran.

El camino que tomes "depende de lo impulsivo que seas. Si tu problema es el gasto impulsivo, es más difícil mover el dinero porque no tienes una rutina establecida, en cuyo caso, quizá sea mejor ver que no se gasta dinero en determinados botes", dice Sheeran. "Pero si eres alguien que tiene una rutina, y compras tu café cada día y haces una compra de ropa cada semana, entonces puedes moverlo a un bote de ahorro y ver cómo tu dinero crece y crece".

Cuidado con los gastos por venganza

Evita pasarte con la tarjeta bancaria cuando se acaben los días en los que no gastas.

"He dado consejos sobre deudas en el pasado y he oído hablar de clientes que empezaron a ahorrar, tuvieron cierto éxito y luego retrocedieron. Puede que en su mente, como no han gastado en una semana, piensen que pueden derrochar", dice Sheeran. "Eso te devuelve al punto de partida".

Sin embargo, no está totalmente en contra de darse un capricho de vez en cuando. "Se trata de tener esa disciplina [de ahorro], pero también de darse un capricho cuando se considere oportuno. Puedes decirte a ti mismo: 'Si ahorro 300 euros con este reto, puedo darme un capricho que cueste 100 euros'", dice. "Mientras puedas ahorrar y no te gastes todo lo que has ahorrado, no te castigues. Tampoco dejes que la recompensa de ser tan disciplinado se eche a perder".