El análisis realizó un seguimiento de 9.436 adultos mayores de 40 años en 12 países, y reveló que los que dejaron de fumar experimentaron un deterioro significativamente menor de sus capacidades de memoria y lenguaje en los seis años siguientes.


Cada persona que dejó de fumar fue emparejada con un fumador de la misma edad, sexo, nivel educativo, país de nacimiento y puntuación cognitiva inicial.