El portavoz de las empresas de distribución (APED) ya había advertido hace días de que la subida de precios de los productos básicos el año que viene "es inevitable", y Gonçalo Lobo Xavier describió una "enorme presión desde el punto de vista de la cadena de valor" sobre productos como la carne, el pescado, las frutas y verduras, el cacao o el café. "No hay otra opción", confirmó el Director General de la empresa matriz de Continente.
"Los precios tienen que subir. Si hay inflación, los precios tienen que subir. Puede haber mayor o menor inflación, y se espera que sea menor [en 2026] que en el pasado reciente, en 2022 y 2023. Lo que esperamos es que los niveles de inflación el año que viene sean estables, en niveles muy inferiores a los de los últimos años. Pero siempre que hay inflación, los precios tienen que subir. No hay otro remedio", dijo Luís Moutinho en un informe de Eco.
Asegurando que el negocio minorista de alimentación en Portugal "es de bajo margen", durante un encuentro con periodistas en el que presentó el plan de expansión que prevé la apertura de 100 tiendas más con 3.000 puestos de trabajo y cerró la puerta a la internacionalización, el CEO de Sonae MC prometió, no obstante, que "sea cual sea el contexto, la estrategia será siempre tener el mejor precio del mercado [y] Continente como campeón de los precios bajos".
Operando en un mercado "muy maduro y competitivo" en el que tiene que competir con menos operadores en comparación con España (donde hay varias cadenas regionales), pero que tienen grandes operaciones internacionales, la entrada de Mercadona o el fortalecimiento de Lidl también ha obligado a Continente a aumentar el número de productos de marca propia.
"Para competir con los discounters, además de precio, hay que tener marcas blancas de calidad", argumenta Luís Moutinho. En valor, el índice de penetración de las marcas de distribuidor en las ventas de Continente ronda ya el 35%. Sin embargo, aún está lejos del 48% que representan estos artículos en el mercado portugués de la gran distribución, y en cantidad ya representan más de la mitad.
Según datos facilitados por MC, basados en un análisis comparativo interno de una cesta de productos (a precios de lineal, excluidos los descuentos de tarjeta), en Portugal la diferencia media entre el precio más bajo y el más alto es de 8 puntos porcentuales, mientras que en Francia es de 14 puntos y en el Reino Unido alcanza los 27 puntos. Para Luís Moutinho, "esto indica una fuerte competencia" y "una lucha por conquistar a los consumidores y ganar cuota de mercado".
Según el directivo, la crisis inflacionista vivida principalmente en 2022 y 2023 "demostró que el comercio minorista en Portugal amortiguó la inflación." "Bajamos nuestros márgenes. La inflación ascendente fue mayor que la descendente para los consumidores. Somos un país competitivo en precios. No se puede sobrevivir en Portugal sin tener la mejor propuesta de valor, en la que el precio es esencial", afirma.





