"Aunque el circuito de Estoril recibió a tiempo un plan de seguridad, no obtuvo la autorización deseada para abrir las gradas a los aficionados portugueses de Superbike, lo que se haría en un número limitado y de acuerdo con todas las normas vigentes", según el comunicado.

La organización explica que "ver a los campeones del mundo de Superbike y Supersport 300 será posible exclusivamente a través de la transmisión televisiva" y recuerda que en la anterior edición del campeonato, que tuvo lugar en Francia el primer fin de semana de octubre, los vencedores recibieron "el apoyo, el cariño y los aplausos del público".

La concesión del título de Superbike se decidirá en la carrera portuguesa entre Scott Redding (Ducati) y Jonathan Rea (Kawasaki).

Rea llega a la carrera portuguesa, que se celebra entre el 16 y el 18 de octubre, con 59 puntos de ventaja sobre Redding, mientras que todavía hay 62 en disputa.