Las normas entrarán en vigor a partir del 15 de diciembre y las pruebas de las empresas privadas costarán entre 65 y 120 libras (73-135 euros). Grant Shapps dijo que el esquema "reforzará los viajes internacionales mientras mantiene la seguridad del público". La industria turística acogió con satisfacción la política, pero la calificó de "largamente esperada".