A finales de 2020 se aprobó una financiación de 5.400 millones de euros con cargo a este fondo, que fue acordado en abril del año pasado por los Estados de la Unión Europea (UE) como parte del paquete de medidas de emergencia ante la crisis económica provocada por la pandemia,que sólo comenzó en otoño.

"Llevó algún tiempo ponerlo en marcha, pero a finales de año teníamos unos 6.000 millones de euros. Esperamos unos 50.000 millones de euros en los próximos seis meses y esto está aumentando de forma muy rápida y eficiente", dijo el presidente del BEI, Werner Hoyer, en una conferencia de prensa para presentar los resultados anuales del banco público de la UE.

El fondo opera con garantías de 25.000 millones de euros aportados por los países de la UE, lo que permite al BEI financiar a las pequeñas y medianas empresas (PYMES) o a las empresas de mediana capitalización que se encuentren en dificultades debido a la covid-19, ya sea directamente o a través de intermediarios, como los fondos de los bancos de inversión o los bancos nacionales de promoción.

El objetivo del BEI es atraer financiación adicional de fuentes privadas con miras a movilizar un total de 200.000 millones de euros.

El banco prevé que el 20 por ciento de esta financiación sea en forma de capital o de acciones, ya que se estima que las PYMES europeas se enfrentarán a un déficit de capital de 720.000 millones de euros como consecuencia de la pandemia, explicó Alain Godard, director ejecutivo del Banco de Inversiones del Fondo Europeo, la rama del grupo del BEI para las PYMES.

A raíz de los problemas de liquidez experimentados al principio de la pandemia, muchas empresas, y en particular las PYMES, entrarán en liquidación, dijo el funcionario.

Debido a la pandemia, el grupo aumentó la financiación a las PYMES en 5.000 millones de euros en 2020, hasta 30.600 millones de euros.