Este descenso en la producción no afecta a todo el país, ya que la avispa está "más instalada" en el Norte que en el Sur, advirtió.

Además de la disminución de la producción, esta especie causa más perjuicios a los apicultores, en lo que se refiere al aumento de los gastos de mantenimiento de los colmenares.

Debido a la presencia de la avispa, los apicultores tienen que hacer más viajes entre su casa y los colmenares, que suelen estar en una zona remota, para seguir asistiendo a las abejas.

La presencia de la avispa asiática también ha obligado a realizar cambios en la producción de colmenas, que normalmente se produce en primavera y que ahora se ha adelantado.

"En esta época [la primavera] renovamos los enjambres, es decir, producimos otras colmenas, pero tuvimos que hacer cambios y anticipar este proceso fuera de la época de incidencia de la avispa asiática", explicó João Valente, presidente de la AANFP.

Ahora, los enjambres se renuevan "fuera de temporada", lo que dificulta el trabajo de los apicultores porque el clima es más frío y hay que diseñar estructuras más cálidas.

En la actualidad, los ayuntamientos actúan cuando ven un nido, pero en ese momento "ya es demasiado tarde", afirma João Valente.

La avispa velutina es una especie asiática que tiene una acción destructiva sobre las colmenas de abejas y puede ser un peligro para la salud pública.