El ICNF explica que fue "alertado" por la asociación ecologista Quercus y por los propietarios de terrenos de la región de la situación que, a la vista de los síntomas detectados, "aparece como nueva".

Según el ICNF, la evaluación se está llevando a cabo en colaboración con el Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias y Veterinarias, con competencias en materia de sanidad forestal, "aún no hay datos sobre la superficie ni el número de árboles afectados".

Quercus alertó el martes de la sequía y de los problemas sanitarios en "miles de robles negros" en el PNSSM, especialmente en el municipio de Castelo de Vide, en el distrito de Portalegre.

En un comunicado enviado a Lusa, el núcleo regional de Portalegre da Quercus explicó que, en agosto, comprobó que "miles de robles negros (Quercus pyrenaica) estaban teniendo hojas amarillas y secas".

"Todavía no hay un diagnóstico que apunte claramente al agente o agentes que pueden estar en el origen de los síntomas detectados, que pueden ser causados por diferentes factores, tanto de naturaleza biótica (plagas forestales, como plagas y enfermedades que afectan a los ejemplares arbóreos) como de naturaleza abiótica (física, edafoclimática, estrés hídrico)", explica el instituto.

Preguntado también por el tipo de trabajo que se está desarrollando para solucionar este problema, el ICNF explica que se están promoviendo acciones de seguimiento en las zonas ocupadas por el roble negro, en los municipios de Portalegre, Castelo de Vide y Marvão.

Esta acción sirve para prospectar e identificar los agentes bióticos nocivos (plagas forestales) y para evaluar/cuantificar el área de incidencia.

"Como la causa aún no ha sido identificada, todavía no hay medidas para su resolución", añade.

En el comunicado enviado a Lusa, los ecologistas de Quercus dicen sospechar que "las condiciones meteorológicas han promovido el problema que afecta a esta especie", al crear las condiciones para el desarrollo de un brote.

"Probablemente se trate de un brote de pulgón del roble que, según los especialistas, en condiciones favorables como inviernos secos y, ocasionalmente, veranos con alta humedad, puede aumentar el ataque de la plaga", añaden.

Según la asociación, en el centro y norte del país, "los brotes se producen puntualmente, con mayor incidencia en situaciones con cierta degradación y desequilibrio del ecosistema del robledal", lo que parece "un indicador de la continua degradación del robledal por la acción humana".

En robledales "de mayores dimensiones y mejores condiciones de equilibrio del ecosistema, esto no ocurre o la incidencia es baja", se refiere.

Quercus también advierte que, en el norte del Alentejo, "aparecen encinas negras en el sistema de alcornoques, por lo que es imprescindible una gestión cuidadosa para evitar el declive del ecosistema".

La asociación ecologista está a la espera de una evaluación y diagnóstico de esta situación, para aclarar a los propietarios y al resto de la comunidad sobre el asunto.

El roble negro es una especie que se da principalmente en el norte y el centro del país, pero que tiene un "núcleo importante" en la sierra de São Mamede, aislado de las demás poblaciones, explica.