La Policía de Seguridad Pública ha declarado que estima que hay menos armas de fuego en los hogares, teniendo en cuenta las que fueron entregadas voluntariamente y las nuevas armas adquiridas, pero señaló que esta disminución "puede no ser una tendencia" debido a la pandemia.

En un informe enviado a la agencia de noticias Lusa sobre los dos años transcurridos desde la entrada en vigor de la ley de armas, cuyo principal objetivo es limitar el número de armas de fuego en los hogares, la Policía de Seguridad Pública afirma que "ha habido una tendencia a la baja" en el número de armas de fuego en manos de los portugueses.

"El balance entre las entregas voluntarias de armas y las armas registradas por primera vez se inclina significativamente hacia un mayor número de entregas, lo que apunta a un menor número de armas de fuego en posesión de los ciudadanos", señala la policía.

Sin embargo, la PSP señala que el año 2020 "puede no ser una tendencia", ya que debido a las restricciones impuestas por el estado de emergencia para controlar la pandemia de Covid-19 "no fue posible organizar o participar en actividades de caza o tiro", lo que puede haber llevado a posponer las decisiones de compra de nuevas armas de fuego.

Aun así, la PSP, encargada de controlar y supervisar la fabricación, almacenamiento, comercialización, uso y transporte de armas de fuego, señala la existencia de alrededor de 1,5 millones de armas en Portugal, la mayoría de ellas pistolas y rifles destinados a la caza.

El número de licencias de uso y tenencia de armas de fuego emitidas anualmente por la PSP también está disminuyendo, pasando de 45.133 en 2017 a 42.412 el año siguiente, 37.470 en 2019 y a 7.605 el año pasado.

"En los últimos años se ha producido un descenso en el número total de licencias expedidas anualmente, destacando la reducción de las licencias de uso y porte de armas clase D", subraya la Policía.

Según la PSP, esta tendencia se ha verificado con mayor incidencia en el bienio 2020-21 debido a la pandemia que "limitó o incluso impidió, durante largos periodos de tiempo, la realización de cursos de formación y exámenes para obtener la licencia de uso y porte de armas".

La Policía de Seguridad Pública afirma que actualmente hay unas 216.000 licencias en vigor.

En virtud de esta nueva ley, se establecen dos periodos, uno en 2019 y otro en 2021, de entrega voluntaria de armas no mostradas ni registradas en ninguna dependencia policial, sin consecuencias penales.

Según este cuerpo de seguridad, se entregaron voluntariamente a la PSP más de 54.000 armas de fuego, 11.965 de ellas en 2019 y 42.448 en 2021.

Estos dos periodos superaron las 6.635 entregas que se produjeron en el anterior proceso de entrega voluntaria que tuvo lugar en 2006.

Otro de los cambios previstos en el régimen legal que entró en vigor en septiembre de 2019 fue la obligación de todos los propietarios de armas de fuego de adquirir una caja fuerte o armario de seguridad no portátil para guardar sus armas en casa.

Una vez adquirida la caja fuerte o el armario no portátil, los poseedores de armas deberán presentar el respectivo justificante en la plataforma electrónica facilitada por la PSP, es decir, factura-recibo o documento equivalente.

La PSP ha recibido, hasta la fecha, más de 90.000 pruebas de instalación de cajas fuertes y armarios de seguridad no portátiles para guardar armas.

Según esta policía, los propietarios de armas de fuego que no presenten el justificante de compra de la caja fuerte son sancionados con una multa de 50 euros y advertidos de su obligación de adquirir una en un plazo de 30 días o se enfrentan a una nueva multa de entre 700 y 7.000 euros.