El anuncio se hizo durante una reunión del consejo, en la que el concejal de Protección Civil, Luís Lopes, declaró que la ampliación incluirá zonas bajo la jurisdicción de la Guardia Nacional Republicana(GNR), con la previsión de instalar unas 38 cámaras nuevas.

Las funciones basadas en IA permitirán alertas en tiempo real activadas por actividades inusuales -como personas corriendo en zonas restringidas- o palabras clave como "fuego" o "ayuda" detectadas por sensores de audio. Es posible que el sistema permita también el reconocimiento facial y la identificación de matrículas. El municipio aspira a tener la IA plenamente integrada a finales de año.

La inversión prevista es de unos 75.000 euros por cada 50 cámaras por servidor, y puede que sea necesario sustituir las unidades más antiguas. Se incluirán nuevos sensores para detectar cambios de iluminación, temperatura y otros factores ambientales.

Una evaluación conjunta de la Policía de Seguridad Pública(PSP) y la GNR ha identificado los colegios más necesitados de vigilancia en función de la población estudiantil y los puntos de acceso vulnerables. Las cámaras se instalarán gradualmente, centrándose en los accesos peatonales y de vehículos. Algunas de las 61 cámaras existentes ya cubren zonas escolares, aunque será necesario reposicionarlas o instalar unidades adicionales.

En las zonas patrulladas por la GNR, está previsto instalar diez nuevas cámaras en seis lugares estratégicos, como autopistas, zonas aisladas o lugares de interés público. Este sistema se coordinará con la red de vigilancia forestal de la GNR.

En conjunto, la iniciativa podría suponer una inversión de un millón de euros, a la espera de la aprobación de la Comisión Nacional de Protección de Datos, un proceso que anteriormente tardaba casi dos años.