Una investigación del Royal College of Obsetricians and Gynaecologists descubrió que una cuarta parte (24%) de las mujeres se sienten incapaces de buscar atención médica debido a la vergüenza que les produce su condición, y para empeorar las cosas, muchas han evitado visitar a su médico debido a la pandemia.

Un estudio reciente de la organización benéfica de investigación sobre el cáncer ginecológico The Eve Appeal reveló que el 32% de las mujeres dijo que esperaría hasta después de la pandemia para pedir consejo sobre el sangrado entre períodos.

En un intento de ayudar a las mujeres a entender qué síntomas ginecológicos pueden necesitar ser revisados, The Eve Appeal y la Dra. Anita Mitra, alias la "Gynae Geek", han lanzado la nueva campaña Be Gynae Aware.

"Existe un gran desconocimiento sobre la anatomía y los síntomas ginecológicos: las mujeres suelen desconocer lo que ocurre dentro de su pelvis y entre sus piernas", afirma la directora ejecutiva de The Eve Appeal, Athena Lamnisos. Si no se conoce lo que es "normal" en términos de sangrado, flujo o aspecto de la vulva, es muy difícil detectar cuándo las cosas no son normales y deben ser revisadas por un profesional médico".

"Los síntomas preocupantes pueden no ser cáncer, pero siempre es mejor descartar lo más preocupante lo antes posible. Es muy importante el diagnóstico precoz y, siempre que sea posible, la prevención".

El Dr. Mitra añade: "No se nos enseña mucho sobre la salud ginecológica, así que si algo cambia o no parece estar bien, puede resultar abrumador. Afortunadamente, en muchos casos los síntomas no son nada siniestro, pero es importante que los descartemos y los tratemos y aliviemos. Muchos pacientes me dicen: "No estaba seguro de si debía molestar a alguien". Como norma general, siempre digo: 'Si te molesta, molesta a alguien'".

Aquí, Mitra nos habla de lo que hay en la lista de control de Be Gynae Aware...


1. Sangrado anormal

"No existe el 'periodo' después de la menopausia, y esto debería investigarse siempre, al igual que el sangrado después de las relaciones sexuales y entre periodos", aconseja Mitra, que dice que las causas menos siniestras de un sangrado anormal pueden ser pólipos, ectropión cervical (células que crecen fuera del cuello del útero) o cambios atróficos (adelgazamiento, sequedad e inflamación de la vagina relacionados con la falta de estrógenos). En el peor de los casos, las hemorragias anormales podrían estar relacionadas con un cáncer de cuello uterino o de endometrio.


2. Dolor pélvico/abdominal

Puede ser necesario investigarlo si es diferente del dolor normal del periodo. Mitra afirma: "El dolor pélvico puede ser esporádico o estar asociado a determinadas actividades, como las relaciones sexuales o ir al baño. Puede ocurrir en determinados momentos del ciclo menstrual, por lo que merece la pena anotarlo".

Las causas más comunes pueden ser la ovulación, la endometriosis, la adenomiosis, los fibromas, los quistes, la enfermedad inflamatoria pélvica o las infecciones. En el peor de los casos podría estar relacionado con el cáncer de cuello de útero, de endometrio y de ovarios.


3. Cambios en el ciclo menstrual

Los cambios en el ciclo menstrual pueden estar relacionados con su duración, el volumen de sangre o los calambres. Mitra dice que vale la pena consultar a un médico si los períodos se vuelven mucho más abundantes o mucho más dolorosos.

Tener que cambiar el producto de la regla (por ejemplo, una compresa, un tampón, una copa, etc.) cada hora durante varias horas es una señal de que el sangrado es muy abundante, aunque no hay un límite real para lo que se define como "abundante"", explica. "Incluso si no es tan abundante como para tener que cambiar la compresa tan a menudo pero está afectando a tu vida, creo que merece la pena hablar con tu médico, y también si tus periodos son mucho más cortos o mucho más largos de lo normal, o se vuelven erráticos".

Las causas más comunes de los cambios menstruales pueden ser el síndrome de ovario poliquístico, la endometriosis, la adenomiosis, los pólipos o la menopausia. En el peor de los casos, podría estar relacionado con un cáncer de cuello de útero o de endometrio.


4. Dolor durante las relaciones sexuales

Mitra explica que el dolor durante las relaciones sexuales puede ser superficial -por ejemplo, en el exterior, lo que hace que la penetración sea dolorosa o imposible- o profundo en el interior durante o después de la penetración. Pero en cualquier caso, puede ser necesario investigarlo. Las causas más comunes y menos siniestras pueden ser la endometriosis, los fibromas, los quistes, el vaginismo, las afecciones de la piel de la vulva o incluso el estreñimiento. En el peor de los casos, podría estar relacionado con un cáncer de cuello de útero o de ovarios.


5. Cambio en el flujo

Mitra afirma que puede tratarse de un cambio de color, de manchas de sangre, de picores o de que el flujo huela mal. "De nuevo, merece la pena anotar si hay alguna relación con determinados momentos del ciclo menstrual", aconseja. Los cambios en el flujo suelen estar relacionados con infecciones, pero también pueden estar vinculados al cáncer de cuello de útero.


6. Cambios en la piel o bultos en la vulva

La piel de la vulva puede volverse muy pálida, pueden surgir zonas pigmentadas (de color), o puede volverse roja o escamosa, dice Mitra, que advierte a las mujeres que no deben ignorar estos cambios, ni los bultos en la zona: "Pueden sentirse bultos o protuberancias, que pueden sangrar o tener secreciones", explica. Lo más habitual es que estos cambios estén relacionados con aftas, dermatitis, foliculitis, liquen escleroso o cambios atróficos. En raras ocasiones, pueden ser un signo de cáncer vulvar.


7. Dolor e hinchazón en la vulva o la vagina

Según Mitra, el picor vulvar puede producirse junto con los cambios en la piel o de forma independiente, y también puede estar asociado a un cambio en el flujo. Las causas más comunes son las aftas, las infecciones o el liquen escleroso. Más raramente, estos síntomas también pueden estar relacionados con el cáncer de vulva.


8. Hinchazón persistente

Es cuando el abdomen está constantemente hinchado, y no parece cambiar según la hora del día, ni tener relación con la comida. Mitra advierte: "Esto puede surgir de grandes masas como fibromas enormes, quistes o tumores, pero también si tienes cáncer de ovario porque tu abdomen puede llenarse de líquido".


9. Cambio en los hábitos intestinales/urinarios

No siempre se piensa que los síntomas relacionados con el intestino y la vejiga estén inmediatamente relacionados con la salud ginecológica. Sin embargo, Mitra explica: "Nuestro intestino y nuestra vejiga se encuentran justo al lado del útero y los ovarios, por lo que si hay presión de estos elementos pueden provocar cambios en la vejiga o los intestinos, como la necesidad de orinar más a menudo de lo normal, el vaciado incompleto de la vejiga, de modo que sientes que tienes que volver a ir justo después de haber ido, el estreñimiento o incluso la diarrea".

Entre las razones más comunes de estos cambios se encuentran las infecciones de orina, el síndrome del intestino irritable, los fibromas grandes o la endometriosis, y en el peor de los casos podrían estar relacionados con el cáncer de ovario.