Si tiene la costumbre de leer los anuncios en las últimas páginas de The Portugal News, es muy posible que en los últimos dos años, bajo el título "Antigüedades", haya un anuncio de "Reparación de relojes del Algarve" y un mensaje intrigante que suele decir algo parecido a: "¿Tiene problemas su precioso reloj? Soy Wout. Relojero experimentado, diplomado y registrado".

Pues bien, la semana pasada Wout escribió preguntando si tal vez nos gustaría hacer un reportaje sobre él y muy amablemente me invitó a ir a visitar su taller.

No se puede parar el tiempo

Acepté encantado su invitación y seguí Google Maps hasta su casa, cerca de Alcantarilha. El taller de Wouts, como resultó, estaba en la habitación de arriba de su casa y con una hermosa vista del campo por la ventana, era tan mágico y fascinante como había imaginado.

Estaba repleto de todo tipo de relojes antiguos y maravillosos que hacían "tic-tac" en lo que en realidad era una gran conmoción (especialmente cuando sonaban las campanadas). Se lo comenté a Wout, y le dije que en casa tenemos un reloj antiguo y que siempre que vienen amigos a casa me preguntan cómo puedo oírme a mí misma pensar? Y mucho menos dormir. La verdad es que no lo oigo. Uno se acostumbra al ruido y se desvanece en el fondo. De hecho, Wout dice que es curioso porque cuando algunos de sus clientes llevan su reloj a reparar no pueden dormir por la razón contraria, ya que están acostumbrados a su ritmo familiar y constante que marca el desarrollo continuo del tiempo. Pero me estoy adelantando...

Retrocedamos un poco en el tiempo

¿Quién es este útil horólogo? ¿Dónde aprendió sobre relojes y cómo llegó a arreglarlos aquí, en el Algarve, precisamente?

Bueno, Wout viene de Holanda y me dijo que siempre ha trabajado con el metal de una forma u otra (de hecho, su primer trabajo fue como mecánico), pero en 2009, mientras asistía a la jornada de puertas abiertas en una de las escuelas de sus hijos (tiene cuatro hijos, así como algunos nietos también), quedó fascinado por el departamento de reparación de relojes y el encantador funcionamiento interno y los intrincados mecanismos que los hacen funcionar.

Al principio, lo consideraba más bien un pasatiempo, pero, no obstante, se inscribió en un curso nocturno y acabó obteniendo un certificado de relojero plenamente cualificado. Empezó a arreglar relojes para amigos y conocidos y pronto se ganó una buena reputación. Así que, cuando le despidieron de su trabajo en 2011, decidió montar su propio negocio.

Lamentablemente, la esposa de Wouts falleció hace 5 años. Finalmente, decidió volver a salir y conoció a su actual novia en un sitio de citas. El único problema es que, lo has adivinado, ella vivía aquí en Portugal. Wout no tardó en venir a visitarla y, digamos, se enamoró de ella y del Algarve al mismo tiempo.

El trabajo de Wout en el trabajo... nos encanta esta obra maestra de las campanadas

El reloj está en marcha

En sus frecuentes viajes para visitarla, empezó a ofrecer sus servicios de reparación de relojes, a menudo desmontando el funcionamiento interno de los relojes y llevándolos de vuelta a Holanda para arreglarlos. Me contó que, al principio, los guardias de seguridad del aeropuerto estaban bastante desconcertados por el contenido de su maleta. Los dos nos reímos mucho cuando le dije "Oh no, no me digas que hacía tic-tac". No te preocupes, no lo era, pero Wout me dijo que los de seguridad pronto le conocieron como el "hombre reloj".

Resultó que realmente había un hueco en el mercado del Algarve para un relojero, ya que mucha gente aquí tiene relojes viejos que han dejado de funcionar o no funcionan a tiempo. Los relojes, como se puede imaginar, tienen un gran valor sentimental y la gente se emociona mucho (a veces incluso saltan cantando y bailando) cuando los ven funcionar de nuevo como si fueran nuevos.

Pronto quedó claro que Wout tendría mucho negocio aquí y por eso, hace dos años, decidió trasladarse a Portugal de forma permanente.

El tiempo vuela

Disfruta enormemente de su trabajo y pierde regularmente la noción del tiempo hasta que, por supuesto, consigue que el reloj en el que está trabajando vuelva a funcionar.

Algunos relojes se remontan a 1700 y a Wout le resulta fascinante conocer la historia de cada uno de ellos, averiguando a través de su colección de libros, de Internet y de una red de colegas relojeros cuándo y dónde se fabricaron, además de descubrir a veces las marcas ocultas que los relojeros anteriores pueden haber dejado al repararlo.

Mejor suerte la próxima vez

Wout comprueba meticulosamente sus relojes antes de devolvérselos a sus propietarios, ya que, según él, aunque todo parezca "tic-tac", a la mañana siguiente puede subir las escaleras y encontrarse con que el tiempo está, una vez más, parado.

Sin embargo, una vez que está seguro de que lo ha arreglado, lleva a cabo todo un proceso de remojo y pulido para que todo brille como nuevo.

Uno, dos, tres, cuatro...

Lo que le gusta a Wout de su trabajo es la libertad que le proporciona, ya que, a diferencia de sus anteriores trabajos, no tiene que "mirar el reloj" ("fichar a la entrada y a la salida"). Así que, si está sentado en su silla jugando con todos los pequeños detalles que hacen que un reloj funcione, y mira por la ventana y ve que hace un día precioso, puede decidir salir a dar una vuelta en su moto (una Triumph Speedmaster, una máquina que me gustaría decir que "funciona como un reloj", pero que en realidad estaba en el taller siendo reparada mientras yo estaba de visita). De hecho, como normalmente hace tan buen tiempo aquí, Wout admitió que hace la mayor parte de su trabajo de relojería por las tardes. Wout también toca la guitarra y tiene un grupo de amigos con los que toca el fin de semana.

No hay tiempo como el presente

Si usted, o un ser querido, tiene un reloj que le gustaría arreglar, visite algarveclockrepair.com y no dudes en ponerte en contacto con Wout para pedirle un presupuesto.

Al fin y al cabo, y esto es algo que conviene recordar estas Navidades, el regalo más preciado que puedes hacer a alguien es tu tiempo.