Según Expresso, el nuevo informe cuestiona el servicio NAV, los equipos proporcionados por ANA, que gestiona los aeropuertos nacionales, así como la supervisión de la Autoridad Nacional de Aviación Civil(ANAC). Según el informe, en al menos dos situaciones ocurridas en los aeropuertos de Oporto y Ponta Delgada, "sólo se evitó un accidente por circunstancias excepcionales". En ambos casos, se autorizó a un vehículo de mantenimiento a entrar en la pista cuando un avión estaba despegando o aterrizando.
En Oporto, un Boeing 737 de carga se encontraba a 300 metros en horizontal y a 150 metros en vertical del vehículo aeroportuario cuando despegaba en abril de 2021. En mayo de 2021, ocurrió un episodio similar en Ponta Delgada, cuando se autorizó el aterrizaje de un Airbus 321 de TAP y el avión y el vehículo estaban separados por sólo 280 metros. En ambos casos, solo había un controlador en la torre pero, según las normas, en Oporto debería haber cuatro elementos más y en Ponta Delgada dos más.
El informe también critica los manuales NAV, fechados en 2006 y con referencias a reglamentos y organizaciones obsoletos; además, todos son diferentes, según se trate de los aeropuertos de Lisboa, Oporto o Faro. En cuanto a las inspecciones en pista, el documento dice que no se respetan las recomendaciones de seguridad, como el uso de "barras de parada" como medio adicional de protección de la pista o la realización de la inspección en sentido contrario a la pista en uso.
Una fuente del GPIAAF aseguró a Expresso que el informe no es definitivo y que el definitivo se publicará antes de finales de año.