"Tenemos una presa que es la presa de Fontelonga, en Carrazeda de Ansiães que todos los meses contamos los metros cúbicos porque estamos esperando el día en que esta presa no tenga agua para satisfacer las necesidades de consumo", dijo el vicepresidente de la APA, Pimenta Machado.

Recientemente, la APA participó a distancia en la conferencia "Uso sostenible del agua. Cada gota cuenta", promovida por el Jornal de Notícias, en la que Machado afirmó que es necesario hacer algo similar a lo que se hizo para la región del Algarve.

La APA avanzará en la elaboración del Plan Regional de Eficiencia Hídrica para la región de Trás-os-Montes que, advirtió, necesita adaptarse a la nueva realidad climática.

"Es verdad que este año el Nordeste Transmontano tiene una situación muy difícil, estoy realmente preocupado. Es otra región que tiene que mirar sus sistemas y que tiene que entender la nueva realidad que trae el clima y tiene que adaptarse", dijo.

"Muy pronto se convocará una reunión. Reuniremos a todos los municipios y también a la agricultura y trabajaremos juntos por la resiliencia de esta región que, el año pasado, vivió situaciones muy complicadas. Con lo mismo que ocurrió en Viseu", reveló.

El vicepresidente de la Agencia Portuguesa de Medio Ambiente reconoció que, aunque Portugal está ahora mejor preparado para los escenarios de sequía, "hay regiones del país que no les dejan descansar", y donde los niveles de agua en las presas se sitúan en el 14%.

"En Portugal consumimos dos presas de Alqueva al año, seis mil hectolitros, con la agricultura pesando el 75% y el sector urbano cerca del 19%. Y este año, a pesar de las lluvias de diciembre y enero e incluso de este mes, ha sido un año por encima de la media.

Todavía tenemos presas en este país con un 14%. La presa de Bravura, en Barlavento, que abastece a tres municipios, está al 14%. Lo mismo que la presa de Monte da Rocha o, si se quiere, la de Mira", dijo.

Para Machado, la prioridad de Portugal debe basarse en la apuesta por la eficiencia en la gestión del agua, aunque sin perjuicio de apostar por nuevas presas, nuevas formas no convencionales de gestión y reutilización del agua.

"Tenemos que aprovechar mejor el agua que tenemos. No es aceptable tener sistemas que pierden cerca del 50% de su agua. Además del daño ambiental, también está el económico", dijo, recordando que en 2019, en el Algarve, cuando se estaba elaborando el Plan de Eficiencia Hídrica, se lavaban los cubos de basura con agua potable.

La idea de una mayor eficiencia en la gestión de los recursos hídricos también fue defendida por Joaquim Poças Martins que, como especialista en el área de la gestión del agua, considera que en el sector agrícola queda mucho camino por recorrer y es necesario hacer avances significativos.

Reconociendo las dificultades derivadas de interferir en una actividad privada, donde cada uno decide lo que quiere plantar, el ex gobernante y ex gestor público afirmó que, aunque el sector es responsable del 75% del consumo de agua en Portugal, esto no se traduce en una ganancia efectiva, viéndose el país obligado a importar materia prima para satisfacer sus necesidades.

"Si queremos tener cereales necesitamos cinco Alquevas", afirmó.

Preguntado por la necesidad de subir el precio del agua para frenar los comportamientos derrochadores, el catedrático argumentó que si hubiera una gestión eficiente en todos los entes públicos que gestionan el agua se podría garantizar una "segunda generación sin subir las tarifas", sin embargo, vaticinó, "hay una bomba de relojería" para la que las empresas no están preparadas.

"Aquí hay una bomba de relojería, que es el envejecimiento de las conducciones. Se construyeron principalmente en los años 90, se están acercando al periodo que empieza a dar problemas y ninguna entidad está incluyendo en las tarifas la cantidad necesaria para hacer frente a esto", advirtió.

En el sector agrícola, Poças Martins defiende que en este caso la autorregulación debería pasar también por el precio para incentivar el ahorro, ya que en Portugal no se paga por usar el agua del pozo, por lo que no hay incentivo para ahorrar.

El ex gobernador también destacó como buen ejemplo las políticas de gestión del agua llevadas a cabo por los alcaldes del Área Metropolitana de Oporto (AMP), que han permitido reducir considerablemente las pérdidas de agua.

Subrayando la importancia de los municipios en este asunto, el presidente de la AMP, Eduardo Vítor Rodrigues defendió que es importante avanzar en las políticas públicas de lucha contra el despilfarro antes de que la sequía llegue al norte del país, dejando la advertencia de que no se puede pensar en estrategias de gestión en agosto ante un escenario de sequía.