Esta caída se debe a una mayor cautela por parte del mercado, dado el nivel de inflación, la subida de los tipos de interés y la inestabilidad económica y geopolítica. El importe fue un 14% inferior a la inversión inmobiliaria calculada en los tres primeros meses de 2019, "lo que demuestra que el inmobiliario comercial en Portugal sigue siendo un mercado muy atractivo para los inversores nacionales e internacionales".

Del total invertido, el 67% se destinó a activos minoristas (153 millones de euros), el 14% al sector logístico (33 millones de euros), el 16% a activos de oficinas (38 millones de euros) y el 3% a sanidad (seis millones de euros). Más de la mitad (56%) de las transacciones se llevaron a cabo en Lisboa y el 83% de la inversión comercial se originó en el extranjero, con énfasis en Estados Unidos.

"A pesar de que el volumen de inversión en el primer trimestre muestra una reducción en comparación con el año anterior, el mercado inmobiliario portugués tiene fundamentos que siguen siendo fuertes y que nos convierten en un país con capacidad para seguir atrayendo inversión extranjera. En general, los sectores son dinámicos y específicamente en logística sabemos que hay una demanda latente del producto, sólo bloqueada por la falta de 'stock'", dijo el jefe de mercado de capitales de CBRE Portugal, Nuno Nunes.

También subrayó que el sector hotelero ha sentido una "dinámica ocupacional muy fuerte", que motiva las inversiones. Aún así, señaló que existe una brecha visible entre las expectativas de los vendedores y los precios que los compradores están dispuestos a pagar.

"Aunque hay cierta incertidumbre, seguimos siendo optimistas y creemos que este ajuste se producirá de forma natural y que continuarán las transacciones interesantes para ambas partes", concluyó.

El grupo CBRE, con sede en Dallas, cuenta con 115.000 empleados y clientes en más de 100 países.