Paulo Raimundo destacó la gravedad de "un problema real que amenaza las condiciones de vida de la población" y de la pequeña y mediana agricultura, debido a la sequía, que describió como la "política de desinversión en captación, transporte y almacenamiento de agua".

"Ante este problema, como siempre, es necesario tomar decisiones: o resolver este problema defendiendo a las poblaciones o utilizar este grave problema como pretexto para penalizar aún más a las poblaciones y allanar el camino para un paso más en la privatización de este bien esencial que es el derecho de acceso al agua", señaló.

Añadió que el acceso al agua de la población del Algarve "está en juego" y que fue el municipio comunista de Silves el que frenó la subida de precios.

"Fue gracias a que en el Algarve hay un ayuntamiento con mayoría de la CDU que fue posible parar el profundo deseo del PS y del PSD de, en nombre de la sequía, querer imponer un aumento brutal de las tarifas del agua para la población. Cuenten la historia como quieran, porque la verdad siempre sale a la luz. Si no fuera por el Ayuntamiento de Silves y los 400.000 habitantes del Algarve, el próximo verano se enfrentarían a un aumento brutal de las tarifas del agua", reiteró.

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