El resultado es un combustible más barato, renovable y limpio.

La empresa de Emiratos Árabes Unidos paga por el aceite de cocina usado recogido, incentivando así a proveedores como restaurantes, panaderías y cadenas de alimentación, que aportan 500.000 litros de aceite usado cada mes.

Lootah Biofuels afirma que el año pasado convirtió el aceite usado en 770 toneladas de biocombustible.