En una nota publicada por la Fiscalía General del Estado, el Ministerio Público advierte que este tipo de esquema fraudulento ha provocado muchas víctimas en Portugal, "incluidos jóvenes al inicio de sus carreras profesionales y desempleados en busca de trabajo" y sugiere que se ignoren las llamadas telefónicas o mensajes de texto de números desconocidos que afirman ofrecer una vacante de trabajo que no se ha solicitado.
Según el Ministerio Público, estos grupos criminales tienen un enfoque diferente: antes se utilizaban anuncios en redes sociales para captar víctimas y ahora se envían mensajes o llamadas con ofertas de trabajo.
En algunos casos, describe el MP, los agentes criminales dicen pertenecer al departamento de recursos humanos, aunque nunca identifican para qué empresa trabajan, ni la ubicación de la supuesta sede de la compañía. El contenido del mensaje es siempre el mismo: "trabajo online, desde casa".
Cuando la víctima acepta la supuesta oferta de trabajo, nunca se formaliza un contrato laboral; las comunicaciones se realizan a través de mensajes y el grupo criminal siempre da las instrucciones por escrito.
En la fase inicial, se proponen pequeñas tareas, y el MP identificó casos en los que las víctimas eran utilizadas para el blanqueo de capitales, ya que la función era recibir dinero de una cuenta y remitir las respectivas cantidades a otra.
También en la fase inicial, los grupos piden a las víctimas que escriban reseñas de hoteles, "abusando del nombre de la plataforma "booking.com", o les piden que sigan a determinadas páginas en las redes sociales.
Estas peticiones siempre vienen acompañadas de la promesa de un pago y, de hecho, ha explicado el diputado, estas tareas acaban siendo abonadas después de que la víctima envíe una foto de su pantalla como prueba. Normalmente, estos pagos nunca superan los 10 euros.
La víctima pasa entonces a un nivel superior, con la promesa de recibir más dinero. Sin embargo, en esta fase, tendrán que pagar dinero por adelantado, "con la promesa de que se les devolverá más tarde, más una generosa comisión". Como inicialmente recibieron el dinero, las víctimas creen que se les devolverá.
Las cantidades solicitadas empiezan a ser cada vez más altas y, en algunos casos, el dinero solicitado asciende a varios miles de euros. "Los agentes delictivos comienzan a exigir cantidades cada vez mayores, prometiendo mayores comisiones, pero que en realidad nunca pagan", dice la nota publicada por la PGR.
Cuando las víctimas se dan cuenta de que las cantidades no serán pagadas, regresan y piden su dinero, los grupos delictivos dejan de estar localizables vía 'WhatsApp' o 'Telegram' y desaparecen.