Se trata de una "especie exótica de origen asiático que se ha extendido a un ritmo preocupante por el litoral portugués, con especial incidencia en el Algarve y en la zona de Cascais", señala el comunicado conjunto del Ministerio de Medio Ambiente y Energía y del Ministerio de Agricultura y Mar.
Según el comunicado, una ordenanza conjunta de esos ministerios traza un plan de acción con medidas de vigilancia, respuesta operativa, valorización de la biomasa, investigación científica y coordinación institucional, con el objetivo de mitigar los impactos ecológicos, sociales y económicos.
Las medidas previstas incluyen la retirada del alga de zonas críticas, el estudio de su valorización con fines industriales o agrícolas, la movilización de equipos regionales de respuesta rápida y la creación de una base de datos nacional con registros georreferenciados de la evolución de la especie.
"La respuesta a este fenómeno requiere una acción coordinada de todos los niveles de gobierno y sectores implicados. Estamos actuando basándonos en las mejores pruebas científicas disponibles para proteger nuestro litoral y garantizar que las comunidades pesqueras, el turismo y los ecosistemas no corran peligro", declaró la Ministra de Medio Ambiente y Energía, Maria da Graça Carvalho, citada en el comunicado.
El Ministro de Agricultura y el Mar, José Manuel Fernandes, dijo que "el Gobierno ha estado siguiendo de cerca la rápida proliferación de algas, que requiere una respuesta rápida, decidida y técnicamente sostenida."
"Es fundamental implicar desde el principio a las comunidades pesqueras, a los agentes económicos locales y a los ayuntamientos de los municipios más afectados, promoviendo soluciones concretas para el territorio y garantizando la valorización sostenible de esta biomasa", añadió.
La estrategia será desarrollada por un grupo de trabajo interinstitucional, que será coordinado por la Agencia Portuguesa de Medio Ambiente, con la participación de entidades científicas, municipales y del sector marítimo.