Una fuente oficial confirmó a Lusa el cierre de sucursales como parte de la "optimización de la red de sucursales y la mejora del servicio al cliente", añadiendo que no se esperan bajas de empleados por iniciativa del banco.

El objetivo es "concentrar equipos más grandes en sucursales más grandes" y lograr un servicio más eficiente, explica el banco, que añade que los cierres de sucursales deben limitarse a las zonas de solapamiento.

La declaración del banco se produce después de ser cuestionado sobre la información recibida por los sindicatos del sector afiliados a la UGT (Unión General de Trabajadores) que indicaban cierres de sucursales.

En un comunicado, Mais Sindicato, el Sindicato de los Trabajadores del Sector Financiero de Portugal (SBN), y el Sindicato Nacional de los Trabajadores de Banca, Seguros y Tecnología (SBC) dijeron que habían recibido "diversas informaciones" en este sentido, lo que les llevó a solicitar una reunión urgente con el presidente de Santander Totta, Pedro Castro e Almeida.

Santander Totta aseguró a Lusa que la estrategia "no es un ejercicio de reducción de costes" y que se trata de una apuesta por las sucursales de nueva generación.

Entre las soluciones propuestas por el Santander se encuentran los work cafés, un modelo de sucursal que combina los servicios de una oficina bancaria con una cafetería y una zona de co-working.

Santander Totta añadió que también cuenta con más de 300 VTM (cajeros virtuales) que permiten realizar ingresos, reintegros de gran importe y otras muchas operaciones cotidianas.

A finales de junio de este año, Santander Totta contaba con 4.673 empleados y 327 sucursales, 107 empleados más y dos sucursales menos que un año antes.