Es evidente que la conectividad es la clave para la recuperación económica y social. Thierry Breton, Comisario de Mercado Interior de la UE, lo subrayó en julio de 2020 durante su discurso en la Feria de Hannover: "Esta crisis ha demostrado hasta qué punto la infraestructura de conectividad es fundamental para apoyar la economía digital de Europa y su recuperación".

Sin embargo, no todas las economías han podido transformarse al mismo ritmo. Para su Índice de Conectividad Global (GCI) anual, Huawei ha seguido, desde 2015, el progreso de 79 economías en el despliegue de la infraestructura y las capacidades digitales, analizando cuatro tecnologías básicas llamadas "categorías habilitadoras" (banda ancha, nube, IoT e IA), midiéndolas mediante 40 indicadores GCI.

Las inversiones en TIC contribuyen a la competitividad económica y a la recuperación de la pandemia.

Para la edición de 2020, el informe ha analizado tres grupos de países de la ICG (Starter, Adopter y Frontrunner) con el fin de diferenciar los distintos niveles de conectividad. Los resultados muestran que las economías con puntuaciones más altas de la ICG tienen una mayor preparación digital, gracias a una infraestructura madura como la banda ancha de alta velocidad y las capacidades de la nube, lo que ha disminuido el impacto de la pandemia. El informe también muestra que existe una fuerte relación entre la puntuación de la ICG y el PIB:

  • Las inversiones en infraestructura de TIC se correlacionan con un fuerte PIB per cápita, lo que indica que las tecnologías digitales aceleran el desarrollo de factores avanzados para aumentar la competitividad económica y la recuperación de los efectos negativos de la pandemia.
  • La inversión en TIC ayuda a las industrias a digitalizarse y permite a las economías aumentar su orden de productividad.
  • La madurez de las TIC impulsa la transformación digital hacia el aumento de la eficiencia en relación con siete parámetros clave: tareas, funciones, sistemas, organizaciones, agilidad, ecosistemas y resiliencia.

Los principiantes están cerrando la brecha con los líderes digitales.

Una inmersión profunda en los datos del informe revela que los países Starter están reduciendo la brecha con las economías líderes, gracias a las mejoras en la cobertura de banda ancha y la asequibilidad. En los últimos cinco años, los países "Starters" han multiplicado por 2,5 su adopción de la banda ancha móvil, y varios países tienen una cobertura cercana al 100%. En los países "Frontrunner" hay un fuerte impulso para mantener el gasto en TI y las organizaciones, tanto en los países "Frontrunner" como en los "Adopter", están dando prioridad a los presupuestos de TI a pesar de la pandemia. En general, el informe revela que las economías con una mayor madurez de las TIC pueden aprovechar la transformación digital para responder más rápidamente a la COVID-19, mitigando el impacto negativo en el PIB per cápita en un 50%.

Europa obtiene una buena puntuación en los grupos de la ICG "Frontrunner" y "Adopter", pero los países tienen que hacer más.

Suiza, como país europeo mejor clasificado en el informe de 2020 (puesto 3 con una puntuación de 81), obtuvo unas cifras impresionantes. En las cuatro categorías de habilitadores tecnológicos, Suiza obtuvo una puntuación muy superior a la media, lo que la sitúa en el tercer puesto de los países pioneros, empatando con Singapur y siendo eclipsada únicamente por Estados Unidos. Esto se debe, entre otras cosas, a una excepcional puntuación en banda ancha de 101 sobre 120 (la media de todos los grupos es de 62), así como a los buenos resultados en la nube (63), la IA (45) y el IoT (69). Suiza también muestra un gran potencial para una mayor digitalización, con una puntuación de 83 en esa categoría, y el país se apoya en una sólida experiencia local y en la I+D.

España y Portugal, otros dos países europeos, se sitúan entre los cinco primeros del grupo de países adoptantes (con una clasificación general de 23 y 25), con una puntuación de 61 cada uno. Si se observan los detalles, se observan cifras significativamente más bajas en comparación con Suiza en lo que respecta a la inversión en TIC, nube y seguridad. Aunque ambos obtienen una puntuación inferior a la de Suiza en las cuatro categorías de habilitadores tecnológicos, la puntuación de España y Portugal sigue estando por encima de la media (banda ancha, IoT) o de la media (nube, IA), lo que identifica las dos principales áreas en las que ambos países deben reducir la distancia con el grupo de cabeza. Sin embargo, en lo que respecta a las inversiones en redes 4G/5G, fibra y telecomunicaciones, tanto España como Portugal obtienen una puntuación significativamente superior a la de Suiza, lo que demuestra el compromiso de ambos países de crear una base sólida de conectividad sobre la que construir.

La digitalización tiene que ser la máxima prioridad ahora y en el futuro.

Las cifras del informe GCI 2020 de Huawei subrayan que las TIC tienen que estar a la cabeza de la estrategia de cualquier organización ahora y después de la pandemia. La dependencia de la banda ancha de alta velocidad para el trabajo y la educación a distancia es cada vez mayor. La computación en la nube y la infraestructura escalable, la inteligencia artificial y el IoT se despliegan entre los países precursores y las principales naciones del grupo de países adoptantes. Aunque algunos gobiernos han empezado a poner en marcha planes para incorporar tecnologías facilitadoras en sus economías, es importante que todos los líderes nacionales se den cuenta de la necesidad de revisar la preparación de la infraestructura digital de su país para desarrollar estrategias y planes de TIC que faciliten la transformación digital. Las cifras del informe 2020 muestran que las naciones con mayor madurez de digitalización son mucho más productivas que otras economías. Para acelerar la recuperación económica hasta los niveles anteriores a la pandemia, los gobiernos deben considerar en qué orden de productividad operan sus sectores económicos clave y llevar sus sectores económicos a un orden superior de productividad mediante una digitalización específica.