En la carta, difundida por algunos medios de comunicación, los 20 firmantes hacen una radiografía de la situación actual del país afirmando que en los últimos 14 días (hasta el 8 de julio), la tasa de mortalidad por Covid-19 fue de 0,03 por 100.000 habitantes, frente a una tasa de mortalidad por otras enfermedades y causas de muerte de 2,7 por 100.000.

"La media de pacientes hospitalizados por Covid-19 fue de 528,7, en un total de unas 21.000 camas del SNS, en las que 17.700 estaban dedicadas a Covid-19", subrayan los firmantes, entre los que se encuentran la presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Portugal, Ana Paula Martins, el patólogo Germano de Sousa y el médico de salud pública Jorge Torgal.

Además, señalan que la incidencia de positivos fue de 254,8/100.000, "pero se desconoce la verdadera incidencia del Covid-19", y que la "incidencia" de la infección entre quienes completaron el plan de vacunación es del 0,01%.

Ante este panorama, los firmantes afirman que "no es razonable combatir la situación actual -ya no pandémica, sino endémica- con medidas "sanitarias", cuya eficacia ha sido cuestionada por varios investigadores de prestigio".

Además, consideran que estas medidas producen "efectos más graves para la sociedad y el bien común que la propia enfermedad" y que algunas de ellas "pueden haber contribuido a aumentar la circulación del virus".

"El riesgo de morir por una enfermedad distinta al Covid-19 está, sí, aumentando en Portugal", afirman.

En este sentido, hacen un llamamiento a las autoridades sanitarias y al Gobierno para que, antes de tomar decisiones con "enorme potencial deletéreo", consideren las opiniones científicamente fundamentadas de científicos y profesionales de la salud que, sin negar la importancia del Covid-19, cuya respuesta debe ser "prioritaria", proponen estrategias para su abordaje diferentes a las que se han seguido.

Para los firmantes, es posible esbozar una estrategia que evite el uso de las "medidas erróneas de bloqueo general".

Sugieren medidas como "agilizar la vacunación", simplificar el proceso, "consumir en exceso los recursos humanos de los que carecen los centros sanitarios para la atención normal de los pacientes", e implicar a los agentes de la sociedad civil en el proceso, como las farmacias, para "aumentar rápidamente la cobertura vacunal".

También abogan por la mejora de la vigilancia epidemiológica, que consideran que "ha sido un fracaso en Portugal", el fin de las "medidas de fin de semana" y otras del mismo tipo, "que ya han demostrado no tener impacto en el número de nuevos casos".

"Estamos en una fase endémica y sólo el desconocimiento de lo que realmente está ocurriendo sobre el terreno puede llevar a posponer una vez más la necesidad de instalar un sistema de seguimiento en tiempo real, informatizado y centralizado de las camas hospitalarias, factor que, durante el último año, ha llevado a un cierre de la oferta sanitaria a los pacientes "no Covid-19"", critican.

En su opinión, esta situación está teniendo y tendrá en el futuro "consecuencias desastrosas en términos de morbilidad y mortalidad".

Se trata de un "aspecto determinante" a tener en cuenta en la "matriz de riesgo", ya que, dicen, "el riesgo de morir por una enfermedad distinta del Covid-19 está efectivamente aumentando en Portugal".