Según el IPMA, el programa FitoAvista, publicado en la web del instituto, puede funcionar como "herramienta de alerta temprana" de fenómenos que "suelen ir asociados a concentraciones abundantes de microalgas y pueden afectar a la calidad del agua, la vida acuática, la salud humana y animal y actividades económicas como la acuicultura y el turismo".

La comunicación de espuma de mar o coloración del agua puede hacerse a través del correo electrónico enviado a plancton@ipma.pt.

FitoAvista llega después de que el IPMA pusiera en marcha en 2016 el programa de ciencia ciudadana GelAvista, cuyo objetivo es monitorizar organismos gelatinosos, como la carabela portuguesa, la más peligrosa de estas especies.