La acción fue llevada a cabo por la Brigada de Industrias de la Unidad Regional Sur - Unidad Operativa de Évora y evitó que esta media tonelada de carne no apta para el consumo entrase en el circuito comercial.

Esta acción resultó en "el inicio de un proceso penal por la comisión de delitos de productos alimenticios anormalmente dañados y sacrificio clandestino, así como la detención en flagrante delito del sospechoso de cometer los delitos", se lee en el comunicado de la ASAE.

Los productos alimenticios fueron clasificados como "anormalmente dañados" con falta de requisitos y enviados para su destrucción.