La DBRS confirmó así la deuda soberana portuguesa en "A" (bajo), con perspectiva estable, justificando que "los riesgos externos para el rendimiento económico están equilibrados debido a la persistente mejora de las principales métricas de las finanzas públicas".

En agosto del año pasado, DBRS elevó la calificación de la deuda portuguesa de "BB (alta)" a "A (baja)".

Se espera que la próxima agencia que se pronuncie sobre Portugal sea S&P, el 10 de marzo.

DBRS revisa la deuda portuguesa el 21 de julio.

El "rating" es una evaluación atribuida por las agencias de calificación financiera, con gran impacto en la financiación de países y empresas, ya que evalúa el riesgo de crédito.