"Este programa piloto es un importante paso adelante para hacer frente a la grave escasez de trabajadores de la construcción en el área metropolitana de Toronto", declaró el Ministro de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía de Canadá, Sean Fraser.

En 2019, el Ministerio de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía, en colaboración con el Congreso Laboral Canadiense, lanzó un programa piloto de residencia permanente para 500 trabajadores de la construcción indocumentados ubicados en el Área del Gran Toronto.

Debido al éxito de este programa, Ottawa decidió aumentar el número de vacantes, hasta 1.000, garantizando "estabilidad en el sector de la construcción", sacando a estos mismos trabajadores de una "economía sumergida".

"Al ofrecer vías regulares a los indocumentados, no sólo protegemos a los trabajadores y a sus familias, sino también al mercado laboral canadiense, garantizando que podamos retener a los trabajadores cualificados en el país para que la economía pueda crecer", declaró Sean Fraser.

Este programa es una de las nuevas medidas puestas en marcha por el Gobierno liberal de Justin Trudeau, para tratar de revertir el impacto de la falta de mano de obra en la economía.

El programa promueve una mayor estabilidad en el sector de la construcción, garantizando que los trabajadores del país puedan responder a las necesidades urgentes de construcción de viviendas.

Los solicitantes tendrán que presentar la propuesta al Congreso Laboral de Canadá, que determinará la admisibilidad de las candidaturas.