El mercado del alquiler en Portugal sigue teniendo dificultades, siendo la falta de oferta uno de los principales problemas que, según un informe de Idealista, podría agravarse.

En el reciente barómetro elaborado por la Asociación de Propietarios de Lisboa (ALP), el 72,7% de los encuestados afirma no confiar en la evolución del mercado de alquileres, y muchos prefieren dejar sus propiedades vacías mientras "esperan mejores condiciones de estabilidad" o incluso vender sus inmuebles.

Según la ALP, los mayores temores de los arrendadores para el nuevo ciclo político son el aumento de la presión fiscal (73,5%), el incremento de los retrasos en la justicia (38,5%) y la vuelta a la congelación de los alquileres.

Aunque la congelación de los alquileres no se ha prorrogado debido a los Presupuestos Generales del Estado para 2022 (OE2022), el documento revela que "la inmensa mayoría de los propietarios evitará alquilar", ya que el 89,2 por ciento confirma que no tiene intención de poner en el mercado las viviendas vacías. De ellos, el 41,4 por ciento optará por ponerlos en venta, y casi un tercio de los encuestados (el 30 por ciento) prefiere mantener sus inmuebles vacíos a la "espera de mejores condiciones de estabilidad".

Atrasos en los alquileres

Por primera vez desde su creación, el Barómetro ha registrado un pequeño descenso en el impago de los alquileres, ya que el 33,2 por ciento de los encuestados afirma tener retrasos en el pago de las rentas.

En las tres ediciones anteriores, el porcentaje de incumplimiento alcanzó el 40 por ciento, habiendo llegado a un máximo del 60 por ciento el año pasado, en octubre de 2020, todavía en las secuelas de la legislación aprobada en la primera oleada de la pandemia del Covid-19, "que provocó una oleada de impagos generalizados", según la asociación. De ellos, la mayor parte, el 35,6 por ciento, acumula entre dos y tres meses de ingresos atrasados. Una parte importante (28 por ciento) sufrió retrasos en el pago de las rentas de sus inmuebles durante más de seis meses.

Los contratos de alquiler "congelados" anteriores a 1990 siguen siendo soportados por la inmensa mayoría de los propietarios consultados (61,4 por ciento) por ALP. Los programas de alquileres asequibles del Gobierno y los municipios sólo convencieron al 2,3 por ciento de la muestra de encuestados, ya que el 95 por ciento de los propietarios dijo no confiar en estos programas, mientras que casi la mitad de los encuestados (44,5 por ciento) expresó su temor a que las condiciones de los acuerdos contractuales y los beneficios fiscales concedidos puedan ser modificados unilateralmente.