Según el director de la Unidad Nacional de Lucha contra el Tráfico de Drogas (UNCTE) de la Policía Judicial(PJ), ha habido un aumento muy significativo en el uso de lanchas rápidas para la recogida en alta mar de "cantidades considerables de cocaína" procedente de América Latina.

"Estas embarcaciones van al medio del Atlántico, literalmente, para recoger la droga que viene en otros barcos", dijo Artur Vaz a los periodistas al margen de una conferencia celebrada en la PJ en Faro, señalando que, anteriormente, estas lanchas rápidas se utilizaban principalmente para el transporte de hachís desde el norte de África a la Península Ibérica.

También presente en la conferencia, Paulo Silva, jefe de análisis del Centro de Análisis y Operaciones Marítimas (MAOC), explicó que la cocaína se carga en narcosubmarinos que luego la transfieren a las narcoembarcaciones, lo que hace compleja la intervención de las autoridades.

"Porque, por un lado, tenemos embarcaciones, como los narcosubmarinos, que son difíciles de detectar, y luego esta cocaína se transfiere a estas narcoembarcaciones, que tienen varios puntos de reabastecimiento en el camino, y por lo tanto, esto hace que la interceptación de estas embarcaciones sea muy compleja", dijo.

Según el oficial, en el caso de los narcosubmarinos, se cargan en el punto de partida o en el lugar donde se construyen, es decir, en Sudamérica, y la ruta suele ser directa a Europa.

"Efectivamente, estamos viendo cómo estos barcos, muy bien equipados, se alejan cada vez más; en algunos casos, estamos hablando de más de 100 millas náuticas, por lo que son capaces de salir de la Península Ibérica y pasar por las zonas de Azores y Madeira", ilustró.

La Dirección Sur de la PJ (Policía Judicial), en Faro, acogió la conferencia "Narcotráfico por mar - Las narcoembarcaciones", que contó con la participación de diversas entidades nacionales e internacionales para definir estrategias para una actuación más eficaz de las autoridades en la prevención y represión del narcotráfico.