Según el estudio "Construyendo un futuro más sano y próspero", publicado por CBRE, en el mercado nacional hay más de 20 proyectos en construcción o en fase de autorización de residencias para personas mayores, pero esto no será suficiente para satisfacer la demanda.

En menos de 30 años, más de un tercio de la población residente en Portugal será de la tercera edad, lo que equivale a un total de 3,3 millones de personas (un millón más respecto a los 2,3 millones actuales). Para responder a esta evolución demográfica, se necesitarán 55.000 camas adicionales en residencias para mayores, lo que hace que esta sea una oportunidad atractiva para los potenciales inversores.

CBRE cree que el sector privado deberá responder a la demanda, al tiempo que destaca que ya existen varios operadores extranjeros en el país, como Orpea, Domus Vi, Domitys y Clece; que trabajan junto a empresas portuguesas como UHub, a Amera y BF.

Envejecimiento de la población

En la actualidad, Portugal es el tercer país de Europa con mayor proporción de personas mayores y se prevé que en 2050 tenga el nivel más alto. El aumento de jubilados se ve agravado por el hecho de que, si bien Portugal tiene una de las esperanzas de vida más altas de Europa, también tiene uno de los niveles más bajos de personas mayores sanas.

El elevado precio de las viviendas para mayores en Portugal ha sido uno de los obstáculos para el crecimiento de la oferta, afirma CBRE.

Los precios de las residencias privadas varían considerablemente en función del grado de dependencia del residente, la atención médica necesaria y los servicios adicionales (como actividades de ocio, peluquería, etc.). El precio base medio en una residencia privada gestionada por profesionales es, según la encuesta, de aproximadamente 1.200 euros, lo que representa un coste muy elevado en comparación con el valor medio de las pensiones, que es de 5.811 euros al año o 484,25 euros al mes en Portugal.

Los pensionistas portugueses también tienen que hacer frente a la competencia de los jubilados extranjeros que, en general, tienen pensiones más elevadas. Según CBRE, el aumento de los extranjeros que viven en Portugal tenderá a reflejarse en un incremento de la oferta de residencias para mayores de mayor calidad y con una mayor oferta de equipamientos y servicios.

En Portugal, la oferta de alojamiento para la población mayor forma parte de las Estructuras Residenciales para Personas Mayores (ERPI) y se complementa con la Red Nacional de Atención Continuada Integrada (RNCCI) y con algunas casas para personas mayores independientes.

Actualmente hay unas 100.500 camas en ERPI, de las cuales sólo el 23% pertenecen a entidades privadas con ánimo de lucro. Según la Organización Mundial de la Salud, la oferta de camas en residencias para mayores debería corresponder al 5 por ciento de la población de edad avanzada. Esto significa que Portugal tiene actualmente un déficit de 4.500 camas y que para 2050 será necesario crear al menos 55.000.