El nuevo presupuesto del Estado (OE2023) incluye los cambios que se realizarán en relación con el Nuevo Régimen de Arrendamiento Urbano (NRAU), que está en vigor desde 2006, habiendo sufrido modificaciones en 2012. En la OE2023, el Gobierno afirma que "evaluará" el NRAU en 2023. Esto significa que los alquileres antiguos (anteriores a 1990) podrán pasar al régimen de arrendamiento actual, es decir, dejarán de estar congelados y se actualizarán, al igual que el resto de contratos de alquiler.

Según Público, la versión actual de la NRAU, en vigor desde 2012, definía que los contratos de arrendamiento antiguos (celebrados antes de 1990), cuyos inquilinos tuvieran más de 65 años, fueran discapacitados o demostraran tener unos ingresos brutos anuales inferiores a cinco salarios mínimos, sólo podrían pasar al nuevo régimen al final de un periodo de transición fijado entonces en cinco años. Sin embargo, este periodo se amplió a 10 años.

La publicación también añade que la decisión, por parte del Gobierno, de mantener o no congelados los antiguos alquileres se tomará tras la publicación, en el Diário da República, del informe que elaborará el Observatorio de la Vivienda y la Rehabilitación Urbana tras el último censo. Este informe deberá ser presentado al Gobierno en los 120 días siguientes a la publicación de los citados datos, que deberá tener lugar en noviembre. Es decir, el informe debe presentarse antes de mayo de 2023, y hasta ese mes, como mínimo, estará vigente la suspensión de la actualización de los alquileres antiguos.