Según datos divulgados por el Banco de Portugal(BdP), este desempeño "se debe principalmente a los resultados del segundo trimestre del año", cuando el saldo de las cuentas corriente y de capital alcanzó los 1.500 millones de euros, destaca la institución dirigida por Mário Centeno. Hasta marzo, el mismo saldo ascendía a 582,5 millones de euros.

La disminución del déficit de la cuenta de bienes y el aumento de los superávits de las cuentas de servicios y de capital contribuyeron específicamente a la evolución de las cuentas exteriores.

Por lo que se refiere a la balanza de bienes, se produjo una disminución del déficit de 531 millones de euros, con un crecimiento de las exportaciones superior al de las importaciones. Mientras que las exportaciones de bienes crecieron un 3,3% hasta junio, hasta 1.200 millones de euros, las importaciones aumentaron un 1,4%, hasta 692 millones.

La balanza de servicios, por su parte, registró un aumento de 3.800 millones de euros en el superávit, con la evolución de la balanza de viajes y turismo justificando más de la mitad de la variación con un aumento de 1.900 millones de euros. El saldo de capital creció en 725 millones de euros, "debido esencialmente a la mayor recepción de ayudas a la inversión y a la mayor transferencia de licencias de carbono", señala el regulador.

En cuanto a la capacidad de financiación de la economía nacional, el BdP señala que el primer semestre arrojó un saldo de la cuenta financiera de 2.800 millones de euros, como consecuencia del aumento de los activos exteriores, superior al de los pasivos.

No residentes

Concretamente, los activos exteriores aumentaron en 6.600 millones de euros, como consecuencia de la inversión de las administraciones públicas y los bancos en valores emitidos por no residentes, así como del incremento de los préstamos concedidos por las empresas a entidades no residentes.

Por su parte, los pasivos totalizaron 3.800 millones de euros, debido principalmente al aumento de los depósitos de no residentes en bancos nacionales (8.100 millones de euros), que se vio parcialmente compensado por la reducción de los pasivos exteriores del banco central (-5.800 millones de euros).

Según el supervisor, los sectores que más contribuyeron a la variación positiva de los activos netos de Portugal frente al resto del mundo fueron el banco central (6.900 millones de euros), las administraciones públicas (4.400 millones de euros ) y las instituciones financieras no monetarias (1.500 millones de euros).

Por su parte, el resto de instituciones financieras y monetarias y las compañías de seguros y fondos de pensiones registraron variaciones negativas en sus activos netos, de 8.900 millones de euros y 1.200 millones de euros, respectivamente.

En este sentido, la deuda externa neta de Portugal se redujo del 67,6% del PIB (161.600 millones de euros) a finales de 2022 al 61,4% (154.700 millones de euros) en el segundo trimestre de 2023. "Se trata de la ratio más baja observada desde junio de 2007", indica el BdP.