¿Podrían nuestros ojos revelar algo más que problemas de visión? Un nuevo estudio sugiere que podrían contener pistas vitales sobre la salud del corazón.

La investigación, publicada en la revista Cardiovascular Diabetology, indica que un escáner, que forma parte de un examen oftalmológico rutinario, podría ayudar a predecir el riesgo de que una persona sufra un infarto de miocardio o un ictus en la próxima década.

El estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Dundee, utilizó inteligencia artificial para analizar imágenes digitales de la retina de personas con diabetes de tipo 2. La herramienta produjo predicciones personalizadas sobre el riesgo de sufrir un infarto o un ictus. La herramienta produjo predicciones personalizadas sobre quiénes sufrirían "eventos cardiovasculares graves", como infartos de miocardio o accidentes cerebrovasculares, en el plazo de una década, con una precisión del 70%.

Estos resultados plantean una pregunta muy interesante: ¿qué más pueden revelar nuestros ojos sobre nuestra salud general? Hemos hablado con el Dr. Paramdeep Bilkhu, asesor clínico del Colegio de Optometristas, para averiguarlo...

¿Con qué frecuencia debemos revisarnos la vista y por qué es importante?

"Recomendamos que todo el mundo se revise la vista al menos cada dos años", aconseja Bilkhu. "Pero puede ser antes, según las recomendaciones de su optometrista. Aunque no tenga ningún síntoma ocular, es muy importante que se los revise". Durante un examen ocular, no sólo podemos comprobar la visión y las afecciones oculares, sino también detectar signos de otras afecciones generales."

Éstas son algunas afecciones de las que los exámenes oculares pueden detectar signos...

Hipertensión y diabetes

"Las dos áreas clave que a menudo podemos detectar en un examen oftalmológico son la diabetes y la hipertensión, examinando el interior del ojo", explica Bilkhu. "En el caso de la diabetes, podemos fijarnos en pequeñas zonas de hemorragia (retinopatía diabética), y en el de la hipertensión arterial podrían ser signos de que los vasos sanguíneos tienen una configuración anormal".

Muchas personas no son conscientes de que padecen hipertensión o diabetes en sus primeras fases, por lo que las revisiones oftalmológicas periódicas son una forma eficaz de detectar precozmente estas afecciones.

"El simple hecho de someterse a un examen ocular -ya que los optometristas pueden mirar dentro del ojo, observar los vasos y las estructuras- nos permite detectar cualquier signo precoz sin necesidad de hacer un análisis de sangre o una biopsia", afirma Bilkhu.

Colesterol alto

Los signos de hipercolesterolemia no suelen ser visibles en los ojos hasta que la enfermedad ha alcanzado una fase avanzada.

"Si el colesterol se eleva durante mucho tiempo, a veces se puede ver una placa de colesterol acumulada alrededor de los párpados", subraya Bilkhu. "Además, a veces también puede haber algunos depósitos de colesterol que se acumulan dentro de los vasos dentro del ojo, estos se llaman trombos.

"Si se observa un trombo en la parte posterior del ojo, puede ser un signo muy grave, porque aumenta el riesgo de obstrucción de los vasos sanguíneos, lo que puede provocar pérdida de visión y aumentar el riesgo de ictus. Por eso, si detectamos algo así, remitimos al paciente a su médico de cabecera o al servicio de urgencias si es necesario".

Créditos: AP;

Enfermedades autoinmunes

Ciertas afecciones oculares pueden estar relacionadas con enfermedades autoinmunes.

"No es infrecuente que afecciones oculares como la iritis sean signo de una enfermedad autoinmune, como la artritis", explica Bilkhu. "La iritis es una enfermedad inflamatoria que afecta al iris y provoca su hinchazón. Puede ser muy dolorosa y causar problemas de visión a largo plazo si no se trata a tiempo.

"Si se sospecha que puede estar relacionada con una enfermedad sistémica, los optometristas no pueden especificar cuál es la enfermedad subyacente, pero pueden sugerir una asociación. Entonces, los pacientes pueden ser remitidos para que se les realicen más pruebas, normalmente con un reumatólogo o un médico de cabecera, y de ahí pasarán a un especialista para que decida cuál es el problema."

Enfermedad tiroidea

Cuando la enfermedad tiroidea avanza a fases más avanzadas, puede detectarse en un examen de la vista.

"A veces, la enfermedad tiroidea, en concreto la enfermedad de Graves, puede hacer que los ojos se abulten hacia delante", dice Bilkhu. "Eso se debe a la hinchazón del tejido graso que hay detrás del ojo, y que en realidad puede provocar exposición y sequedad ocular. Si sospechamos un problema de este tipo, remitimos al paciente a un especialista adecuado".

"Sin embargo, esto suele ocurrir sólo en las últimas etapas de la enfermedad de la tiroides, por lo que otros síntomas suelen ser detectados antes de que progrese hasta el punto en que se hace notable durante un examen ocular."

Enfermedades neurológicas

Durante el examen de la vista se realizan varias pruebas neurológicas que pueden indicar el funcionamiento del sistema nervioso responsable de la visión, explica Bilkhu.

"Nos fijamos en los movimientos de los músculos oculares, en la visión de la pupila, comprobamos la visión del color si es necesario, y también podemos comprobar el nervio óptico", dice Bilkhu. "Examinando esas estructuras y realizando las pruebas pertinentes, a veces los resultados podrían ser indicativos de un problema neurológico subyacente, incluso potencialmente una lesión a lo largo del cerebro o una lesión a lo largo de la vía visual".

Si un óptico u optometrista lo sospecha, el paciente es remitido a un especialista para una evaluación más exhaustiva.

"Además, aunque es muy raro, a veces podemos detectar un defecto del campo visual del que el paciente no es consciente tras un examen ocular, lo que podría sugerir una patología subyacente en el sistema visual del cerebro", añade Bilkhu. "Podría ser la primera vez que se detectara algo como un cáncer cerebral".