Durante más de cinco años, los permisos de residencia se han prorrogado administrativamente sin necesidad de sustituir los documentos, primero a causa de la pandemia y después debido a la gran afluencia de inmigrantes a Portugal y a los retrasos administrativos en la regularización de extranjeros.

Hoy finaliza la última prórroga administrativa del Decreto-Ley 10-A/2020, que reconoce como válidos los documentos de residencia caducados, lo que ha provocado un aumento de la demanda en las oficinas de AIMA.

Sin embargo, una fuente gubernamental dijo a Lusa que la fecha ya estaba prevista y que la inmensa mayoría de las personas ya tienen sus documentos o ya han programado sus renovaciones, ahora con requisitos biométricos y nuevos parámetros impuestos también por los socios europeos.

Siempre que hayan programado y pagado la renovación, los inmigrantes tienen su permiso válido durante 180 días, incluso después de la fecha de hoy.

"E incluso hoy, si no pueden programar una cita, siempre pueden hacerlo en los próximos días", dijo la misma fuente, explicando que "era necesario establecer una fecha definitiva" para la prórroga automática de los documentos.

Desde junio, la estructura de misiones de AIMA ha tramitado 74.000 renovaciones y, hasta la fecha, se han concedido 190.000 permisos de residencia basados en manifestaciones de interés y 55.000 para ciudadanos de la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP).

Críticas

El decreto-ley, prorrogado hasta 2020, ha sido criticado por asociaciones y dirigentes políticos porque muchos inmigrantes han tenido problemas para que se les reconozcan documentos caducados en el resto de la Unión Europea.

Se trata de un documento legal que los inmigrantes utilizan para justificar ante las autoridades la caducidad de sus documentos, un recurso que ya no estará disponible.

El Gobierno y AIMA afirmaron que todos los canales digitales están funcionando para que los inmigrantes puedan programar la renovación de sus documentos.