El número de esta semana da paso a un importante hito sanitario internacional: El Día Mundial de la Menopausia, el 18 de octubre de 2025. El tema oficial de este año, establecido por la Sociedad Internacional de Menopausia, es "La medicina del estilo de vida en la salud de la menopausia", un tema que no podría ser más oportuno. Como ginecóloga que trabaja a diario con mujeres en la perimenopausia y más allá, observo un patrón recurrente: la menopausia se sigue tratando como algo que hay que soportar en lugar de gestionar, o incluso optimizar. Con demasiada frecuencia, la atención se centra exclusivamente en síntomas como los sofocos o los trastornos del sueño, sin abordar el cambio fisiológico más amplio que se produce bajo la superficie.
La menopausia no consiste sólo en la fluctuación de las hormonas y el final de los ciclos menstruales. Se trata de una compleja transición neuroendocrina con amplias repercusiones en el metabolismo, la estabilidad ósea, la regulación cardiovascular, la cognición y la resiliencia emocional. Que las mujeres se limiten a sobrellevar esta transición o salgan más sanas de ella depende en gran medida de un factor decisivo: la medicina del estilo de vida.
El cambio hormonal como punto de inflexión metabólico
A medida que los niveles hormonales cambian durante la transición menopáusica, los sistemas biológicos se ajustan en consecuencia. Se acelera la pérdida de masa ósea, aumenta el colesterol, la grasa se desplaza al abdomen y disminuye la tolerancia al estrés. Estos cambios no son disfunciones, sino señales de que la fisiología está entrando en una nueva fase. El verdadero peligro no es la menopausia en sí, sino no responder a estas señales. Por eso, adoptar la medicina del estilo de vida no es una tendencia de bienestar, sino una prevención basada en pruebas.
Qué significa la medicina del estilo de vida: más allá de las palabras de moda
La medicina del estilo de vida comprende intervenciones estructuradas y científicamente validadas en ámbitos fundamentales:
Nutrición: Centrada en las plantas y mínimamente procesada
En lugar de una dieta restrictiva, la nutrición en la menopausia debe tener como objetivo estabilizar el metabolismo, apoyar la salud ósea y reducir la inflamación. Se ha demostrado que una dieta predominantemente vegetal, rica en verduras, legumbres, cereales integrales, frutos secos y semillas, mejora el perfil cardiovascular y reduce los síntomas vasomotores. Los alimentos muy procesados y los azúcares refinados deben reducirse al mínimo, ya que alimentan la inflamación y la inestabilidad metabólica. Durante la menopausia, los suplementos también pueden desempeñar un papel valioso, especialmente la vitamina D, que favorece la inmunidad, el equilibrio del estado de ánimo y la fortaleza ósea. Dependiendo de las necesidades individuales, los suplementos específicos adicionales pueden ayudar con la energía, el sueño o la función metabólica. En lugar de hacer conjeturas, es mucho más eficaz determinar estas necesidades con orientación profesional. Al fin y al cabo, la atención nutricional nunca es única: trabajar con un nutricionista cualificado puede convertir los consejos generales en resultados cuantificables.
El movimiento: La fuerza como intervención médica
El entrenamiento cardiovascular sigue siendo valioso, pero después de la menopausia, el entrenamiento de fuerza se convierte en una medicina esencial, y si pudiera recetarla como un medicamento, lo haría. El ejercicio de resistencia dos veces por semana ayuda a mantener la masa magra, mejora la sensibilidad a la insulina, favorece la postura y la estabilidad de las articulaciones y es uno de los protectores no farmacológicos más potentes contra la osteoporosis. Caminar está bien, levantar peso es vital.
Sueño y estrés: Los aceleradores olvidados
Muchas mujeres se vuelven más sensibles al estrés durante la menopausia, ya que los cambios hormonales influyen en las vías cerebrales de regulación del estrés. La falta crónica de sueño y el aumento del estrés no sólo son incómodos, sino que aceleran activamente el deterioro cardiovascular, metabólico y cognitivo. Las estrategias basadas en la evidencia, como la terapia cognitivo-conductual para el insomnio (TCC-I), el yoga, la meditación y la respiración estructurada, pueden mejorar significativamente la capacidad de recuperación. Las rutinas nocturnas suaves, la exposición a la luz del día por la mañana y los límites digitales también desempeñan un papel más poderoso que la mayoría de los medicamentos.
Conexión y significado: Factores básicos de protección
La investigación reconoce ahora que la soledad predice la mortalidad en mayor medida que la obesidad o la inactividad física. Las mujeres que mantienen el compromiso social, el propósito y la alegría durante la mediana edad tienen resultados significativamente mejores a largo plazo. La medicina del estilo de vida no es sólo física, sino también relacional.
Dónde encaja la terapia hormonal
Las intervenciones en el estilo de vida y la terapia hormonal nunca deben considerarse opciones opuestas. Para las mujeres que cumplen los requisitos, la terapia hormonal para la menopausia (THM) sigue siendo el tratamiento más eficaz para los síntomas vasomotores, las molestias genitourinarias y la preservación ósea, sobre todo si se inicia antes de los 60 años o en los 10 años siguientes a la menopausia. Sin embargo, las hormonas por sí solas no pueden restaurar la musculatura, regular las elecciones alimentarias ni reconstruir el propósito. Del mismo modo, los cambios en el estilo de vida por sí solos pueden no ser suficientes para las mujeres con síntomas sustanciales de deficiencia hormonal. El modelo de atención más eficaz es integrador, no excluyente.
Una nueva narrativa para el Día Mundial de la Menopausia 2025
Alejémonos del lenguaje del declive y de lo inevitable.
La menopausia no es un final, es una recalibración. Y nuestra adaptación depende de las decisiones que tomemos.
El 18 de octubre de 2025, la atención mundial se centrará en la medicina basada en el estilo de vida. Pero para que tenga un impacto real, ese enfoque debe extenderse más allá de un día y llegar a la práctica clínica diaria.
Un modelo holístico en la práctica
En Medin Clinic Lagoa - medicina individual, seguimos exactamente esta filosofía. Nuestra atención a la menopausia va más allá de la ginecología. Combinamos el asesoramiento nutricional basado en la evidencia, la psicología con la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) y las consultas de medicina general exhaustivas con enfoques complementarios como la energética espinal y el trabajo respiratorio, no sólo para guiar a las mujeres a través del cambio hormonal, sino también para desarrollar la capacidad de salud a largo plazo. La menopausia no es algo que haya que soportar, ni debe ser una lucha silenciosa. Es una transición que hay que atravesar con claridad, apoyo y confianza.