Ver arte también tiene un "impacto positivo" en el sistema inmunitario, el sistema nervioso y la red de glándulas encargadas de liberar hormonas, según los investigadores.
Los resultados sugieren que el arte no sólo conmueve emocionalmente, sino que también puede calmar el organismo.
En el estudio, realizado por expertos del King's College de Londres, participaron 50 personas de entre 18 y 40 años.
La mitad contempló obras de arte originales de artistas como Van Gogh y Gauguin en la Galería Courtauld de Londres, mientras que la otra mitad observó copias de los mismos cuadros en un entorno ajeno a las galerías.
Los dos grupos llevaban sensores que medían continuamente su ritmo cardíaco y la temperatura de la piel durante los 20 minutos que duraba la sesión, y también se tomaron muestras de saliva antes y después de la contemplación.
A partir de estas muestras, los investigadores descubrieron que los niveles de cortisol, la hormona del estrés, descendían una media del 22% entre los que contemplaban obras de arte originales, frente a sólo el 8% entre los que miraban reproducciones.
Ciertas citoquinas -proteínas que actúan como mensajeras del sistema inmunitario- relacionadas con el estrés y las enfermedades crónicas también disminuyeron un 30% y un 28% respectivamente entre los espectadores de la galería, mientras que en el otro grupo no se produjeron cambios.
En palabras del Dr. Tony Woods, investigador del Kings College de Londres: "El estudio demuestra claramente las propiedades reductoras del estrés de la contemplación de obras de arte originales y su capacidad para excitarnos, comprometernos y despertarnos simultáneamente.
"Las hormonas del estrés y los marcadores inflamatorios como el cortisol, la IL-6 y el TNF-alfa están relacionados con una amplia gama de problemas de salud, desde las cardiopatías y la diabetes hasta la ansiedad y la depresión.
"El hecho de que ver arte original redujera estos marcadores sugiere que las experiencias culturales pueden desempeñar un papel real en la protección tanto de la mente como del cuerpo".
El estudio también descubrió que el arte activa el sistema inmunitario, el sistema nervioso y el sistema endocrino, responsable de la liberación de hormonas.
Los investigadores detectaron signos de excitación entre quienes contemplaban el arte en la galería, como un descenso de la temperatura de la piel, un aumento general de la frecuencia cardiaca y una variación en los patrones de los latidos del corazón.
En palabras del Dr. Woods: "Desde el punto de vista científico, lo más emocionante es que el arte tuvo un efecto positivo en tres sistemas corporales distintos (inmunitario, endocrino y autónomo) al mismo tiempo. Es un hallazgo único y algo que nos sorprendió mucho".
En resumen, nuestro estudio, único y original, aporta pruebas convincentes de que ver arte en una galería es "bueno para la salud" y ayuda a comprender mejor sus beneficios fundamentales. En esencia, el arte no sólo nos conmueve emocionalmente, sino que también calma el cuerpo".
La inteligencia emocional de cada persona también se evaluó antes del estudio mediante cuestionarios.
Sin embargo, los investigadores sugieren que esto no influyó en las respuestas individuales.
Jenny Waldman, directora del Art Fund, que cofinanció el estudio, declaró: "Este estudio demuestra por primera vez lo que hace tiempo que sentimos en el Art Fund: que el arte es un medio de comunicación: "Este estudio demuestra por primera vez lo que hace tiempo que sentimos en Art Fund: que el arte es realmente bueno para la salud.
Lo más emocionante es que los resultados demuestran que estos beneficios son universales, es decir, que los puede experimentar todo el mundo".
"Queremos animar a todo el mundo a que dedique tiempo a visitar su museo o galería local y experimente por sí mismo estos poderosos efectos".








